Cuba: Micro empresarios buscan asociarse independientemente
POR ANDREA RODRIGUEZ
Associated Press
LA HABANA
Por las noches La Guarida, el Café Laurent o RíoMar suelen estar
abarrotados de elegantes comensales ubicados en sillas de diseño ante
mesas cubiertas con finos manteles blancos. Su sofisticación y sus
cartas con platos de mariscos por 20 dólares son un atractivo para los
turistas, diplomáticos y cubanos adinerados.
Surgidos tras las tímidas reformas aperturistas en la isla, muchos
hablan de esos restaurantes más selectos de Cuba por donde pasaron
Madonna y Beyonce. Sin embargo, pocos se fijan cómo esas medidas también
impulsaron a miles de pequeños emprendedores que no facturan en un mes
ni el 10% de lo que aquellos en un día.
Ahora un puñado de esos micros empresarios busca formar la primera
asociación privada de Cuba y pide al gobierno que se la legalice.
"Queremos ayudar a los ciudadanos, a los emprendedores menos agraciados
económicamente", dijo a The Associated Press Edilio Hernández, uno de
los asesores de la agrupación. "Es un proyecto que me gusta y yo como
abogado sé las lagunas (legales) que hay para estos sectores".
Se espera que el jueves la Asamblea Nacional del Poder Popular, el
órgano legislativo, apruebe una serie de documentos que serían la hoja
de ruta de nuevas reformas, entre ellas la autorización para la pequeña
y mediana empresa. Aun así, el proceso para hacerla efectiva podría tardar.
Hernández, quien sacó también una licencia para operar como
transportista, explicó que el grupo presentó en febrero los documentos
para su inscripción ante el Estado bajo la ley de asociaciones. Aunque
el tiempo para la respuesta oficial venció aún le quedan varias
instancias a las que apelar.
Según un reporte oficial, 2016 cerró con 535.000 licencias de
cuentapropistas en las 200 categorías permitidas por las autoridades,
cinco veces más que los autorizados antes de 2010. A ellos se deben
sumar las miles de personas que trabajan sin estar inscriptos o pagar
impuestos. Los más representados son los productores de alimentos, los
transportistas y los arrendadores de habitaciones.
La inmensa mayoría de los casi cinco millones de trabajadores en Cuba
siguen laborando para el Estado y los independientes cuentan con pocas
protecciones legales, no tienen acceso a un mercado mayorista, ni
capacidad de importar o exportar.
Aunque el propio Hernández reconoció que el nombre elegido para la
organización, Asociación de Hombres de Negocios, suena rimbombante pues
se trata de aquellos con modestos establecimientos e ingresos humildes,
el abogado aseguró que servirá para llamar la atención sobre los nuevos
emprendedores cubanos que sobreviven en un país sin cultura jurídica ni
fiscal.
Pero en Cuba, donde cualquier tipo de asociación independiente del
Estado puede ser mal vista y sin autorización gubernamental no se puede
operar, los líderes del grupo -algunos de los cuales tuvieron actividad
política opositora en el pasado- reconocieron que sus colegas
microempresarios se muestran recelosos.
"Algunos se nos acercaron muy interesados pero no quieren pertenecer
hasta que estemos aprobados. Muchos realmente entienden que hace falta
un faro, alguien que los ayude", dijo Hernández.
Otro de los organizadores de la agrupación, Rodolfo Mariño -quien tiene
una licencia de constructor, trabajó como contratista del Estado y le
gustaría montar una fábrica de mosaicos- indicó que para reclutar a sus
miembros tuvieron que tocar puerta por puerta.
"Esperamos poder empujar el desarrollo del país", comentó Mariño.
El presidente del grupo, Mateo Moreno, es un vendedor de confituras a
quien los inspectores en una ocasión le decomisaron mercadería.
Moreno aseguró que en estos meses unos 90 emprendedores de varias
provincias se acercaron atraídos por la propuesta de asesoría,
capacitación y eventualmente financiamiento.
"Al final la gente ve en la asociación una alternativa que los
defienda", agregó Moreno, quien desestimó por la propia naturaleza
independiente del sector que estos empresarios pequeños sean captados
por los sindicatos oficiales, un programa que las autoridades comenzaron
a desarrollar en los últimos años.
En 2010 el presidente Raúl Castro comenzó a aplicar una serie de
reformas que buscaban darle mayor eficiencia y productividad a la
economía isleña en el marco de una crisis que en los últimos años se
agudizó por la caída del precio del petróleo y los problemas políticos
en Venezuela, el aliado más cercano de la isla.
Afiladores de cuchillos, peluqueros, maestros de idiomas, fabricantes de
caramelos o helados, carpinteros y distribuidores de muebles, cocineros
que entregan platos a domicilio, productores de hielo, transportistas,
albañiles, plomeros, tapiceros o vendedores de maní auto empleados se
convirtieron en actores económicos; mientras que ingenieros, abogados y
otros egresados universitarios se quejan de que solo pueden ejercer su
profesión a través de entidades estatales.
Aunque inicialmente las reformas económicas fueron rápidas -e incluyeron
otras medidas como la normalización del mercado inmobiliario o la
entrega de tierras en usufructo- en al menos un año no se habían
producido novedades hasta que en las últimas semanas las autoridades
comenzaron a dar pequeños pasos.
A comienzos de mayo, el Estado abrió en el polo turístico de Trinidad un
almacén que permite comprar en grandes cantidades y mediante contrato a
los cuentapropistas -sobre todo a los que tienen emprendimientos ligados
al turismo-, aunque todavía no es una tienda con precios mayoristas sino
con ofertas por compras a granel.
Otro similar se inauguró en la localidad de Viñales y se sumarán
comercios de este tipo -llamados localmente "merca-hostal"- en Baracoa,
La Habana y Villa Clara.
Pese a que la diferencia de precios no es notable con los minoristas
-también del Estado- desahoga la presión sobre los pequeños mercados que
usa la población y se veían arrasados por los nuevos negocios.
En otra de las áreas donde el sector no estatal creció, el transporte,
también se están sintiendo movimientos.
En febrero las autoridades pusieron un tope a las tarifas de los
"boteros" o taxis colectivos que recorren La Habana y en mayo se anunció
un nuevo servicio mediante una cooperativa de estos vehículos. En tanto,
a los propietarios de viejos automóviles de los años 40 y 50 se les
prometió a futuro combustible y piezas a cambio de que cumplan con los
pagos y las rutas.
En este marco la autorización para una asociación independiente de
emprendedores, consideró Hernández, sería un termómetro para la isla.
"Aspiramos a que nos aprueben, sino estamos en manos del Estado que nos
consideraría ilegales", explicó. "Si finalmente nos autorizan será una
señal de nuevos tiempos".
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Andrea Rodríguez está en: http://www.twitter.com/ARrodriguezAP
Source: Cuba: Micro empresarios buscan asociarse independientemente | El
Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article153726094.html
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