lunes, diciembre 05, 2016

Abran paso al rumbón de la Reina!

¡Abran paso al rumbón de la Reina!
Su alma ha recibido dos grandes regalos: la muerte de Castro y que la
rumba haya sido declarada Patrimonio de la Humanidad
Lunes, diciembre 5, 2016 | Luis Cino Álvarez

LA HABANA, Cuba.- Es un reconocimiento muy merecido a la música cubana
que la UNESCO haya incluido a la rumba en la lista de Patrimonios
Inmateriales de la Humanidad. Lo que resultó un despropósito es que la
delegación del gobierno cubano que asistió a la reunión de la
organización internacional en Adís Abeba, Etiopía, donde se hizo el
anuncio, haya dedicado tal reconocimiento a Fidel Castro.

El recientemente fallecido líder de la revolución cubana no se
caracterizaba precisamente por su musicalidad. Varias veces declaró que
no sabía bailar y que su música preferida eran los himnos y las marchas
militares, las rancheras mexicanas y un par de canciones épicas de Sara
González. La rumba, con su jolgorio y su gozadera, siempre al borde de
lo que la Cuba oficial denomina "marginalidad" e "indisciplina social",
carecía de la solemnidad que requería la epopeya del Máximo Líder.

En vez de ceder ante el culto a la personalidad, que ha alcanzado
niveles norcoreanos en estos días, hubiese sido más apropiado que
dedicaran el reconocimiento a los grandes de la rumba: Celeste Mendoza,
Chano Pozo, Tata Güines, Los Papines, Carlos Embale. Y particularmente a
Celia Cruz, la reina de la música cubana, la rumbera más internacional
que haya existido.

Pero es pedir demasiado exigirles sensatez y objetividad a los
comisarios anticulturales. Y menos en el caso de Celia Cruz, a quien no
perdonan que haya muerto siendo acérrimamente anticastrista.

Y tenía la Reina todos los motivos para ello. El régimen prohibió su
música y nunca le permitió volver a su tierra, ni siquiera para asistir
al entierro de su madre.

La Reina nunca pudo volver, pero le pidió con fervor a Ochún que no nos
quedáramos sin son, por mucho que le quisieran cambiar el nombre, y
menos aún sin rumba. Sabía que nos ayudaría a capear los malos tiempos.
A ritmo de guaguancó. Lo mismo en los solares que en las cárceles. Y sin
llorar, que la vida es un carnaval…

Su ruego fue complacido. La rumba es un árbol de tronco duro, a prueba
de calamidades. Está abonado con la tierra con poderes de África y
regado con un cocimiento hecho con todas las yerbas y palos del monte.
Crece arrollador, aún sin libertad, para aliviarnos de penas y maleficios.

Me comentaba un amigo que el alma de Celia Cruz ha recibido dos grandes
regalos: la muerte de Fidel Castro, a quien juró enemistad eterna, y que
la rumba, que ella encarnó como nadie y paseó por todo el mundo, haya
sido declarada Patrimonio de la Humanidad.

Puedo imaginar a la Reina en el cielo, risueña, con su vestido rojo y
sus zapatos de tacón, guiando el rumbón.

luicino2012@gmail.com

Source: ¡Abran paso al rumbón de la Reina! | Cubanet -
https://www.cubanet.org/destacados/abran-paso-al-rumbon-de-la-reina/

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