miércoles, diciembre 09, 2015

El Ariguanabo que se queda, el Ariguanabo que se va

El Ariguanabo que se queda, el Ariguanabo que se va
[08-12-2015 23:13:12]
Misael Aguilar Hernández
Red Cubana de Comunicadores Comunitarios

(www.miscelaneasdecuba.net).- Para las personas que habitan en el
municipio de San Antonio de los Baños, en la provincia de Artemisa, el
río Ariguanabo es una de las escenarios geográficos que mejor los
define; es por eso que se les conoce por el gentilicio de
ariguanabenses, desde que esta Villa fuera fundada en 1794 por Don
Agustín de Cárdenas, marqués de Monte Hermoso.
Ha sido siempre tan notable para todos la importancia del río, que de
manera inicial la Villa se llamaba San Antonio de Abad y cuando los
baños en el Ariguanabo se hicieron famosos por las personas de las
clases adineradas de la Habana, quienes tenían sus aguas como
medicinales y milagrosas; entonces el nombre fue cambiando para
identificar la cédula como San Antonio de los Baños.

Según las propias palabras del historiador Rafael Lauzán: "Es un río
enteramente nuestro porque nace y muere dentro del término del
municipio, porque nace junto a la Laguna del Ariguanabo y corre de norte
a sur y concluye en la Cueva del Sumidero, después de atravesar la villa".

Esta circunstancia ha sido importante en el imaginario colectivo, puede
este río y los lugares por donde transita han sido descritos por
diversos autores, entre los que se encuentran: José Marichal y Eugenio
Florid, quien lo representa en uno de sus más célebres poemas. Además
están los ariguanabenses Ángel Valiente y el reconocido cantautor Silvio
Rodríguez, quien se definió a sí mismo afirmando: "Yo soy de donde hay
un río". Palabras que también sirvieron para dar título a una breve
antología poética de autores de este municipio, que se publicara hace ya
algunos años.

Hasta el pintor Quidiello, lo plasmó en sus lienzos, fluyendo bajo los
puentes de la placita.

Como se puede apreciar la relación con su río de los que habitan este
municipio, se manifiesta casi obsesiva, y fue lo que motivó al escritor
Sandalio Camblor a revivir un proyecto -de hace ya varias décadas- que
se llamaba "La peña del río", consistente en una tertulia que reunía a
pintores, músicos y poetas y que ahora se celebra una vez al mes.

Esa relación estrecha entre el río y los habitantes del pueblo hace que
el Ariguanabo sea un elemento de identificación y tal vez esa costumbre
de sentirse ligados a este accidente geográfico, hace olvidar que esas
aguas que ahora contemplan no son las mismas, ni tienen ya la
transparencia ni el caudal de que hablaron pintores, poetas y artistas
en general.

El actual río está venido casi un depósito natural de basura. También
podría decirse lo mismo de la flora que lo circundaba, pero donde es más
notable este deterioro es en la variedad de peces que habitaban en sus
aguas y que tiende a cero; a no ser algunas clarias, ya ninguno de los
pescadores de orilla puede regodearse comentando que pescó una trucha o
una biajaca, porque debido a la contaminación de las aguas estos peces
típicos dejaron de existir.

La corriente de agua continua y caudalosa que percibieron y amaron
todos, se va tornando irreconocible y los huéspedes típicos de sus aguas
son ahora las jabas de nylon, los animales muertos que la gente lanza al
río y los escombros que cada vez roban más espacio al caudal.

Es como a aquel chivo expiatorio que los judíos soltaban en el desierto
y que llevaba sobre su lomo todos los pecados del pueblo; si de algo
sirve el parangón, el Ariguanabo carga sobre sí toda la inmundicia de
San Antonio de los Baños, por lo cual su caudal es cada vez más pobre.
Un día se podría llegar a decir: "Yo soy de donde hubo un río".

Desde los pequeños puentes de la placita ya ningún muchacho puede mirar
los peces, esa imagen corresponde a un Ariguanabo que ya a no existe,
el nuevo es ese que ha construido la indolencia de las autoridades
municipales. Y es por todo esto que dista mucho de ser un ornato del
paisaje urbano, parece ser más bien un símbolo del deterioro que existe
en todo el país.

Source: El Ariguanabo que se queda, el Ariguanabo que se va -
Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/566755f83a682e0650a408cf#.VmghafkrLjY

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