jueves, diciembre 06, 2012

Los atentados contra Fidel Castro

Publicado el miércoles, 12.05.12

Los atentados contra Fidel Castro
Nicolás Pérez

La revolución cubana ha manejado con éxito la fabricación de mitos y
leyendas. Las dos más destacadas han sido convertir a un psicópata como
el Che Guevara en héroe romántico, y la segunda, crear la patraña, de
hacer ver a Fidel Castro como a un ser sobrenatural vencedor hasta de la
propia muerte.

Es curioso como un grupo conocido internacionalmente como Récords
Guinness haya declarado que la persona a la que más veces han intentado
asesinar en el mundo es Fidel Castro, según ellos 638 veces.

En mi criterio el número de atentados contra Castro, los reales, no
pasan de los diez dedos de mis manos y sobran dedos. Y es que en este
conteo, al parecer, Guinness no ha tenido en cuenta la diferencia que
existe entre La realidad y el deseo, un libro extraordinario del poeta
español Luis Cernuda.

Dos atentados auténticos, de raza, fueron el de Antonio Veciana y
Bernardo Paradela, y el de Rolando Cubela. Y es que conocí a Bernardo y
a Rolando muy de cerca y sé de lo que eran capaces en minutos cruciales
de peligro. Por cierto, sobre Cubela, alguien que no lo ha visto ni en
fotografía, no tiene su historial de lucha por la libertad ni su valor
personal, en un triste libro lo ha acusado recientemente de ser un
agente del gobierno de Cuba. Y es que hay gente que por oscuros
designios disfruta haciendo leña del árbol caído. Rolando ha cometido
errores, pero no hay un solo protagonista de la historia de Cuba en este
último medio siglo que no haya tenido su minuto de desacierto.

Este asunto de los atentados viene a cuento porque la semana pasada
Antonio Veciana, con quien conversamos a ratos, me llamó para entregarme
su libro inédito Mi vida oculta, pues quería saber qué opinaba sobre él.

Me lo leí de golpe, es apasionante, y entendí por qué es conveniente que
la historia la escriban los vencedores. A los vencidos nos cuesta
trabajo tener una verdadera perspectiva de los hechos porque somos
víctimas de nuestros propios fantasmas.

He pensado en escribir sobre la lucha pero tengo poco que decir. Porque
es increíble cómo episodios que recuerdo con exactitud algunos
compañeros los evocan de un modo diferente. Y si escribo ciertos
episodios de la clandestinidad seguramente me fallaría la memoria y
atraería la carne a mi brasero, como en la novela japonesa Rashomon,
donde un mismo crimen se contempla desde puntos de vista radicalmente
diferentes.

El cine copia la vida real. El libro de Veciana me recordó dos
películas: la primera, Rebeca, de Alfred Hitchcock, cuyo personaje
principal me recuerda al enlace de Veciana con la CIA, el misterioso e
inasible agente David A. Phillips, alias Maurice Bishop. La segunda
filmación es más reciente, La identidad de Bourne, interpretada por Matt
Damon, que recrea la historia de un agente especial que después de
realizar un atentado fallido ordenado por la CIA, fuerzas tenebrosas de
esta organización lo persiguen incansablemente para eliminarlo
físicamente, o en el caso de Veciana, moralmente.

El libro centra sus recreaciones, las más discutibles, en la invasión de
Bahía de Cochinos, el asesinato de John F. Kennedy, la voladura del
avión de Cubana en Barbados con una cantidad de datos tan abrumadora de
fechas, nombres, lugares y circunstancias, que podrían impresionar a los
no iniciados.

Su Decálogo sobre el perfecto conspirador tiene recomendaciones
rigurosamente ciertas y profesionales. Si te interesa conspirar, léelos.

Y prosigue su saga recreando los atentados que ha hecho en su contra el
gobierno de Cuba y sus conspiraciones –según él siguiendo órdenes de la
CIA– en Puerto Rico, Venezuela, Bolivia y otros países de América
Latina, particularmente en Chile, donde coordina un segundo atentado
contra el dictador de Cuba.

Discrepo de Tony cuando culpa fuera de toda duda razonable a la CIA del
asesinato de John F. Kennedy, aunque páginas sobre este hecho siguen en
blanco. Y acumula datos sobre que Posada Carriles voló el avión de
Cubana en Barbados, mientras defiende la tesis de que Fidel Castro no
tuvo nada que ver con el magnicidio de Dallas ni con el crimen de
Barbados. Me paso con fichas, la bestia de Birán pudo haber tenido que
ver con absolutamente todo porque perro huevero aunque le quemen el hocico.

Inaudito su encuentro en el club alemán de Bolivia con un connotado
miembro del Partido Nazi, donde el miembro de la Gestapo le confiesa que
asesinó al héroe de la Resistencia francesa Jean Moulin.

De acuerdo o en desacuerdo con sus tesis y sus andanzas, estoy
convencido que si se publica el libro Mi vida oculta, de Antonio
Veciana, será el más polémico en la historia de los 53 años de exilio
cubano.

Nicop32000@yahoo.com

http://www.elnuevoherald.com/2012/12/05/1357631/nicolas-perez-diaz-arguelles-los.html

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