jueves, agosto 04, 2011

Fábrica de disidentes

Opinión

Fábrica de disidentes
Marta Beatriz Roque
La Habana 04-08-2011 - 5:36 pm.

La gerontocracia en el poder intenta crear una disidencia 'light' entre
los propios 'revolucionarios'.

Todo está agotado por el régimen, pero la consigna es seguir hasta el
final, una conclusión que nadie sabe cómo se va a producir. Durante
muchos años se estuvieron previendo escenarios, pero el actual nunca
estuvo entra las predicciones que se han hecho. Es por eso que el fin de
la dictadura se hace difícil imaginarlo, aunque ellos mismos saben que
está cerca, y es por eso que se preparan para la "estampida" de
desenlace, tratando de dejarlo todo en "buenas" manos.

Dado que el "hombre nuevo" nunca llegó —se quedó atascado en la
historia— y entregar el mando a la oposición interna significaría
descontinuar el proceso, surgen las siguientes interrogantes: ¿Quién se
va a acordar del Comandante en Jefe? ¿Quién perpetuará el socialismo?
¿Quién mantendrá el internacionalismo proletario? Además, todos los
conceptos tan martillados en la mente de los cubanos durante estos años
—indiscutiblemente— se irían al cajón de los recuerdos, ése que nunca
más se abre.

La gerontocracia en el poder sabe bien cual será el futuro, por lo que
—anticipadamente— trata de crear una disidencia "light", dentro de los
propios "revolucionarios", en particular utilizando la tercera
generación, de los que detentan el poder, ésa que vive en las mansiones,
que tiene autos modernos, viaja al extranjero, come en restaurantes
caros —pues no le falta la divisa—, pero lo más importante es su
capacidad para recordar con amor a los viejos dirigentes.

Pasa de mano en mano un video filmado en la casa del nieto de un General
de División, en el que varios artistas, intelectuales y blogueros, se
reúnen en el antes aristocrático Reparto Miramar, hoy exclusivo de la
alta jerarquía, para discutir sobre: "Cuba, actualización socialista y
contexto global ¿es renovable el socialismo?". La mayor parte de las
exposiciones corren a cargo de un profesor titular de Historia de la
Filosofía de la Universidad de La Habana, de esa misma que es solo para
los que apoyan el sistema.

Es difícil de imaginar que cualquier grupo de los disidentes llamados
"mercenarios del imperio" pueda realizar una reunión similar a la que se
ve en el video, con carteles hechos en imprenta, diapositivas,
micrófonos, agua mineral, con el mar y una escalera de mármol que
conduce a la planta alta de la mansión, por fondo. Y lo más importante,
sin que la policía política bloquee la entrada al lugar.

Entre los participantes también se encuentra uno que otro disidente, de
los que quizás fueron también fabricados, haciendo gala de sus éxitos
con un aparatico de inflar globos.

Pero, como se está pidiendo internacionalmente —a gritos— una disidencia
cohesionada, está vendría muy bien, sobre todo para la Unión Europea. Es
por eso que hay que mantenerse alerta con esta nueva situación creada, a
la cual se le están facilitando los recursos, y no precisamente para
"subvertir" el orden nacional. Incluso tienen un blog en Internet, como
está de moda.

Algunas personas respetables del exilio critican a los disidentes dentro
de la Isla que mantienen relaciones con conocidos "agentes" de la
policía política. Para que esto no sucediera, tendrían que ponerse de
acuerdo los miembros de la nación cubana que no están dentro del país,
para no brindar apoyo a través de este tipo de persona, ya que
—inconcebiblemente— son precisamente utilizados para esto, lo que los
hace aparecer ante las sedes diplomáticas como individuos de alta
confianza en el exterior, todo lo contrario de lo que son, por ejemplo
para Miami.

También habría que reducir el uso que se hace de los premios, que si
bien desde un punto de vista ayuda a fomentar el conocimiento de la
labor de la oposición, en algunos trae ideas hegemónicas, que no
auxilian para nada en la necesidad de aglutinarse y fortalecerse.

Por otro lado, los líderes no se fabrican, cualquiera puede ser
presidente de una organización con mucha gangarria, sobre todo en el
exterior; pero habría que preguntarse: ¿quiénes están dispuestos a
seguirlo? No importa que sea el más premiado y el más nominado, la
realidad está basada en cuánta gente de la oposición está dispuesta a
hacer lo que este dirigente plantee, para obtener la democracia y
también cuánto pueblo mueve.

Si es difícil conseguir un consenso en un documento, no es solo culpa de
la Seguridad del Estado, que tiene penetrada las organizaciones, hay que
cuestionarse también qué parte de esa responsabilidad cae sobre la
propia oposición, que en algunos casos toma posturas innecesarias; que
se ofende entre ella públicamente; así como: ¿qué hacen los hermanos del
exilio político para ayudar a evitar estas feas situaciones y no echarle
leña al fuego?

Después del último intento de unidad, llamado totalmente al fracaso, en
que algunos cerramos los ojos para cooperar y mostrar una pizca de
madurez política; habría que recapacitar sobre qué hace que esto no
funcione. Quizás deberíamos dejar de redactar documentos e ir más a la
acción directa, que como es natural lleva adjunta golpizas, maltratos y
vejaciones por parte de la policía política. Sería importante idear de
qué forma el pueblo se uniría a la oposición y se convertiría en una
resistencia interna. Pensar en cuáles consignas movilizan a las masas o
quizás una mezcla de todo.

Mientras tanto, hay que tener mucho cuidado con la fabricación de
disidentes dentro del gobierno, porque ya hemos tenido muchas
experiencias de los que se han "mal confeccionado" en la oposición, pero
esto al parecer pasó a ser segundo objetivo para el régimen, porque toda
una serie de entuertos, algunos responsabilidad de los que quieren la
democracia, no han permitido consolidar el trabajo de la oposición. Sin
embargo hablar "en lengua opuesta", desde las filas de los
"revolucionarios", convencería a muchos.

http://www.ddcuba.com/opinion/6216-fabrica-de-disidentes

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