El pastor, los perros y los corderos

El pastor, los perros y los corderos
abril 27, 2016 11:40 am por Ernesto Travieso Hernández

Casino Deportivo, Cerro, Ernesto Travieso, (PD) Los corderos, aunque
superan en número al pastor y sus perros, son sometidos desde que nacen
hasta su muerte.

En Cuba, una sola ideología, la de Fidel Castro, ha dominado a las
masas, es decir, al pueblo, desde 1959 hasta nuestros días.

Las palabras unidad y lealtad fueron transformadas con el tiempo en
sinónimo de montón y sumisión.

La unidad solo se puede llamar así si es voluntaria y respeta la
diversidad y el libre pensamiento.

Lealtad es la que exige un amo a su perro. Se puede admirar, respetar y
luchar al lado de un líder, pero la lealtad es mucho más que eso.

La lealtad debe ser a los principios, los valores y a los derechos
humanos universales, no a un hombre.

El culto a la personalidad endiosa a los hombres y debilita el espíritu
de los pueblos.

Muchos derechos nos quitaron y otros los cedimos. Nos sacrificamos y nos
sacrificaron. Fracasamos y fracasaron.

Nuestros sueños no se cumplieron: ese es el legado del régimen castrista
a varias generaciones de cubanos.

El rey verde olivo, sus lacayos y sus descendientes, han vivido y viven,
en su monarquía absoluta, su buena vida y tienen garantizado su futuro.

Hoy queda más claro que nunca que el opositor, el disidente más tenaz,
paciente e incontrolable es el tiempo.

Los ancianos dirigentes históricos comunistas posiblemente terminen sus
días en el poder, pero algo de luz se percibe al quebrarse las columnas
de los establos. Los perros actúan solamente a la orden de su amo, que
poco puede ordenar. La inquietud de los corderos, entre las sombras y la
poca luz, los vuelve impredecibles.
ernestotravieso8@gmail.com; Ernesto Travieso
*activista de Derechos Humanos

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