Un rotundo triunfo de la corrupción
ROLANDO MARTÍNEZ | La Habana | 11 Nov 2015 - 5:43 am.
A la espera de los cruceros estadounidenses, una red de jefes se
complota contra los artesanos cuentapropistas de La Habana Vieja. La
meta es sacarlos del Almacén San José.
Tres automóviles con matrícula oficial aparcan. Los conductores de dos
carros se apean y caminan hacia el tercero. Después de fisgonear con
sigilo en todas direcciones, abordan el vehículo y cierran las puertas.
Los parabrisas ahumados impiden detallar lo que sucede en su interior.
Sin embargo, este relato no es la dramatización de un thriller
político, de espionaje, o del crimen organizado.
El hecho ocurrió en el centro histórico de La Habana. Con más precisión
en la calle Desamparados, justo en las proximidades del complejo
cultural Almacén San José. Los protagonistas de la escena se nombran
Julio Robles Guerra, jefe de la junta directiva de la sociedad mercantil
cubano inmobiliaria Fénix S. A., Migdalia Jimeno Marchena,
vicepresidenta comercial de la propia entidad, y Mariela Plaza,
administradora del complejo cultural.
¿Qué tramaban? La reunión de estos tres funcionarios fuera de alcance de
las cámaras y escuchas o de testigos que teóricamente pudieran acechar
sus oficinas, revolvió las inquietudes de quienes observaron el suceso y
concluyeron: "Algo huele a podrido en la inmobiliaria Fénix S. A."
Un trabajo de mi autoría publicado en este mismo diario el pasado mes de
julio expuso a la opinión pública los abusos de poder de la citada
inmobiliaria contra el mayor conglomerado de trabajadores
cuentapropistas del país: el Complejo Cultural Almacén San José.
Entre los atropellos se revelaron el aumento del importe de arriendo en
un 20% y la vigencia del contrato por tan solo un año. La no
responsabilidad con indemnizaciones y custodia de pertenencias. Cierre
de baños. Carencia de agua potable. Filtraciones en la techumbre, que al
llover, ponen en peligro la vida de turistas y trabajadores, al
exponerles a shocks eléctricos. Retiro de las cafeterías. Polución de
vectores, tales como ratas y mosquitos. La compraventa ilegal de stands
con precios entre los 6.000 y 12.000 CUC causando superpoblación y
hacinamiento en los puestos de venta. Y la falta de un gremio que
proteja los intereses de los trabajadores.
Tras su publicación, el texto, al que le llamaron "la carta", se
distribuyó furtivamente por el complejo.
Las reacciones
La verdad verificable sacada a la luz por el artículo obligó a la
administración a abrir nuevamente los baños clausurados y suministrar
agua potable a los tanques de sus redes hidráulicas mediante pipas.
La constructora Puerto Carenas acometió reparaciones en las
canalizaciones de desagüe y comenzó a arreglar la techumbre. Esta
última actividad se paralizó por el robo de materiales y luego se
reanudó a cuentagotas.
La Dirección Contra Incendios del MININT colocó extintores en los
accesos y se pintaron flechas de color amarillo para señalar las vías de
evacuación ante un siniestro.
Un veterano cuentapropista "asumió" —sin ser elegido democráticamente
por sus compañeros― la dirección del gremio e informó a cada uno de sus
colegas sobre su nueva responsabilidad.
Según fuentes, se celebraron reuniones en la sede de la inmobiliaria
Fénix S. A., sita en el icónico edificio Bacardí, donde se analizaron
las evidencias de corruptelas sacadas a luz. Mariela Plaza, la
administradora del centro cultural, manifestó su intención de renunciar
al cargo, pero fue desaconsejada de hacerlo "mientras durara la
investigación sobre la compraventa ilegal de stands".
Ante el riesgo que la mierda salpicara a diestra y siniestra, o peor, de
abajo hacia arriba, los directivos acudieron a una clásica fórmula:
redactaron un documento de apoyo a la administradora, el cual
cuestionaba las denuncias publicadas en DDC, calificándolas de
"contrarrevolucionarias". Sus pliegos fueron repartidos por la
instalación para ser firmados por aquellos cuentapropistas que lo
apoyaran. Pero el experimento derivó en un rotundo fracaso.
El pasado 4 de octubre, la jefatura del nuevo gremio convocó a una
asamblea con cerca de medio centenar de artesanos cuentapropistas del
complejo cultural, supuestamente seleccionados por sus frecuentes quejas
de la inmobiliaria.
La reunión fue presidida por Rafael Díaz Romero, exgerente general y de
seguridad de AURIA Inmobiliaria S. A. (Lonja del Comercio), quien fue
presentado como titular de la compañía inmobiliaria, perteneciente a la
Oficina del Historiador de la Ciudad (OHCHCI). El encuentro se produjo
en una cervecera colindante.
Varios cuentapropistas expusieron sus quejas, mientras los directivos de
Fénix S. A. Mariela Plaza, Migdalia Jimeno y Julio Robles, permanecieron
en silencio. Por su parte, Díaz Romero, habló para sublimar y curar la
imagen de la administradora Mariela Plaza, considerada por él "un
formidable cuadro del Partido Comunista que acometió un plausible
trabajo en la Universidad de la Habana". Vale aclarar que a la cita no
fueron invitados los cuentapropista del bloque de pinturas.
Como complemento mediático, el sistema informativo de la televisión
cubana exhibió un vídeo publicitario del complejo cultural. Una suerte
de folletín, donde los entrevistados manifestaron que las condiciones de
la instalación estaban de perilla.
Ante la realidad no virtual
En el Complejo Cultural Almacén San José permanecen las filtraciones del
techo. Continúa la venta ilegal de stands, empeorando el hacinamiento
ya existente. Otras fuentes aseguran "que la corporación Habaguanex no
instalará cafeterías en el complejo, a causa de las abusivas tarifas de
arrendamientos aplicadas por la inmobiliaria Fénix S. A."
En el área del complejo (más de nueve kilómetros cuadrados) ni siquiera
se han habilitado bancos para uso de los clientes, y eso que muchos
turistas se quejan de este inconveniente. También se han recrudecido los
robos, y las pesquisas policiales etiquetan como sospechosos a empleados
de la instalación.
Los cuentapropistas del bloque de pinturas se han visto afectados con la
superpoblación de sus áreas, a consecuencia de la venta ilícita de
stands. Y han protestado mediante un documento rubricado por la
totalidad de los inconformes, puesto que la administración proyecta
mudarlos al piso superior, al que solo puede accederse por escaleras
convencionales, lo cual sin dudas inhibirá la visita de consumidores.
"Si nos mandan para arriba nos moriremos de hambre", comenta unos de los
perjudicados que, junto al resto de sus colegas, ya solicitó una reunión
con la dirección de Fénix S. A.
La esperada explosión del turismo de cruceros gracias a la política de
deshielo entre Cuba y EEUU, en vez de aliciente se ha convertido en una
pesadilla para los cuentapropistas del Almacén San José, quienes
representan una competencia indeseable para los intereses del Estado
que, en su afán de monopolizar las utilidades de la avalancha norteña,
espolea el hostigamiento de la inmobiliaria Fénix S. A., la ONAT y la
Controlaría General de la República contra el sector privado.
¿Sobrevendrá otro rotundo triunfo de la corrupción? Pues será muy
probable. Ya pasaron los tiempos en que las multitudes pedían a gritos
"sacudir la mata" para bajar a la podredumbre encaramada en el Olimpo.
Lo cierto es que a la compañera caza-corruptos Gladys Bejerano le sobra
tiempo para recibir embajadores y disfrutar del envidiable panorama
marítimo que se observa desde su propiedad horizontal, enclavada en la
calle 13 del Vedado. La tapa de la alcantarilla le queda a mano, pero un
posible destape, revelaría las identidades de los descendientes y
allegados de sus jefes.
Para hacer justicia en su cargo se necesitaría un señor oscuro como
Darth Vader, que comience extrayendo de la cloaca en calidad de
cabecillas a José Rodríguez López-Callejas, Antonio Castro Soto del
Valle y Eusebio Leal Spengler. Pero el episodio sería más fantasioso
que la propia Guerra de las Galaxias.
Source: Un rotundo triunfo de la corrupción | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1447195475_18045.html
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario