jueves, noviembre 12, 2015

Radio Martí quiere pasar la página del anticastrismo

Radio Martí quiere pasar la página del anticastrismo
El medio de comunicación sostenido por Estados Unidos asume que tiene
que cambiar tras el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba
LUIS BARBERO Miami 11 NOV 2015 - 23:55 CET

En un edificio recóndito de Miami, funcional, más bien feo, se está
jugando parte del éxito de uno de los acontecimientos políticos
mundiales más relevantes de los últimos años: el restablecimiento de las
relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba. El inmueble alberga
la sede de Radio y Televisión Martí, el medio de comunicación que EE UU
sostiene desde hace 30 años con fondos públicos y que es célebre por su
línea editorial anticastrista. De la importancia del ente en el tablero
político da fe que el presidente cubano, Raúl Castro, en su reciente
discurso ante la ONU, reiteró que la normalización definitiva llegará
cuando EE UU levante el embargo, devuelva la base de Guantánamo, haya
una compensación económica y cesen las emisiones clandestinas de Radio y
Televisión Martí, una obsesión para los dirigentes de la isla.

La sede refleja el cambio y confusión del momento. Comparten la entrada
una foto de Barack Obama, el presidente estadounidense que se ha
atrevido a poner fin a un residuo de la Guerra Fría, y una placa que
recuerda que el edificio se llama Jorge Mas Canosa, el empresario
anticastrista que creó Radio Martí y capitaneó la derecha más radical
del exilio cubano en Miami. Las instalaciones de esta agencia, en la que
trabajan 132 personas y que tiene un presupuesto anual de unos 26
millones de dólares, tienen un mobiliario de los ochenta, como si
estuvieran ancladas en el pasado a la espera de dar el salto a 2015.

Ese salto, según los rectores de la cadena y el Gobierno de EE UU, pasa
por ampliar el foco y dejar a un lado el monotema cubano, el
anticastrismo, y dar una "visión regional" de Latinoamérica, afirma
Humberto Castelló, responsable de información de las tres plataformas en
las que la Martí distribuye las noticias (radio, televisión e Internet)
y director de El Nuevo Herald entre 2001 y 2009, etapa en la que el
rotativo de Miami editado en español fue distinguido con el premio
Ortega y Gasset de periodismo.

Tanto Castelló como Carlos García-Pérez, un abogado criado en Puerto
Rico al que Obama situó al frente del ente hace cinco años para iniciar
el giro, sostienen que Radio y Televisión Martí ya no es el aparato de
propaganda anticastrista que fue en el pasado, aunque la línea
informativa sigue siendo crítica con el régimen cubano, con el que hay
un permanente juego del gato y el ratón.

La cadena busca todos los resquicios posibles para que sus informaciones
lleguen a Cuba y el Gobierno de La Habana intenta taponar por tierra,
mar y aire todas las iniciativas. Si Cuba bloquea la web, desde Miami se
redirecciona; si se intenta limitar la señal de radio y televisión, se
buscan artilugios que faciliten la llegada de la imagen y el sonido o se
envían DVD a la isla (más de 190.000 en los últimos tiempos) con las
informaciones.

La red social Piramideo
El ente presume de llegar a casi dos millones de cubanos (el 20% de la
población); de poder enviar mensajes de texto a 400.000 teléfonos
móviles y de crear una red social, llamada Piramideo, en la que también
se distribuye la información y a la que ya pertenecen más de 700.000
cubanos.

"No hacemos propaganda, solo damos hechos ciertos. La nueva política
está basada en ayudar al pueblo cubano. Nuestros reportajes están
orientados al quehacer diario de los cubanos. Cuando hacemos algo de
Cuba, llamamos para tener la voz de un portavoz. A veces nos responden,
otras no. Esto es una agencia de noticias seria", afirma García-Pérez,
quien pilota un cambio que será definitivo si prospera un proyecto de
ley que quiere reordenar los diferentes medios que EE UU sufraga a lo
largo del planeta, como la Voz de América, Radio Libertad o el
conglomerado Martí.

Karen Caballero, presentadora del informativo estrella, responde
tajante: "Ante todo somos periodistas, ni activistas ni políticos.
Buscamos llevar la información sin censura a Cuba, donde el Gobierno
controla y tergiversa. Si Obama comete un error, se informa. Y si la
oposición cubana, que es muy valiente, se equivoca también lo voy a
decir". Y Margarita Rojo, que trabaja desde su fundación en Radio Martí
hace tres décadas y se reconoce de la "vieja guardia". Para ella, el
sentido del ente en el siglo XXI es indiscutible: "¿Duda alguien de la
existencia de la BBC o de Radio Nacional de España? Es lo mismo".

El giro informativo del ente, en fase de maduración, ha venido de la
mano de Carlos García-Pérez y de Humberto Castelló, quien tuvo recelos
para incorporarse al proyecto hace cuatro años. "Siempre me preocupó que
esto fuera una agencia del Gobierno de EE UU", afirma Castelló, quien
impuso la obligación de llamar al Gobierno de Cuba para contrastar
cualquier información. "Antes teníamos un problema de credibilidad,
ahora no, al menos en los informativos", añade rotundo.

Source: Radio Martí quiere pasar la página del anticastrismo |
Internacional | EL PAÍS -
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/11/11/actualidad/1447280489_085723.html

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