Otra temporada de peroratas
noviembre 18, 2015 10:21 am·
Marianao, La Habana, Rogelio Fabio Hurtado, (PD) Los dirigentes
subalternos, tan permanentes como los principales, tienen que hacer algo
y en sus ratos libres, se dedican al turismo de trabajo. Unos, realizan
macro-inspecciones en tiempo record por distintos talleres.
La TV nos regala la imagen del gran cuadro vestido de verde olivo, que
camina rodeado de un séquito que lo acompaña. Jamás se le escucha
personalmente. Mientras, el locutor aporta las casi invariables
generalidades apologéticas. Ni pensar en ponerle el micrófono delante a
ninguna otra persona. El modo de expresión del trabajador, es el aplauso.
A los subalternos vestidos de civil les toca un trabajo más pesado.
Ellos deben centralizar reuniones de varios días, en locales cerrados,
no siempre con la ventilación adecuada. Por eso, a veces se les ve algo
sudorosos. Escuchan los argumentos de otros, que ni la TV ni la prensa
plana nos ofrecen. Solo al final de estos eventos, cuando le toca al
dirigente hacer el resumen, el oyente puede oír algún fragmento, por lo
general el más enérgico, seguido de algunos aplausos. Aquí también le
toca al locutor repetir los lugares comunes de costumbre.
En sentido general, el televidente solo se entera de que tal sector
celebró con éxito su balance, a veces llamado asamblea y otras veces
consejo, etc. El dirigente, exhortó a seguir trabajando para avanzar
mucho más.
Últimamente, se han permitido enterarnos de algunas cositas más. Así,
resulta ser que los muy cacareados experimentos en la infraestructura
comercial de la agricultura, han conseguido liberar los precios hacia
arriba, en una espiral que ya preocupa, incluso, al dirigente subalterno.
La engañosa transformación de una parte de la burocracia parasitaria en
cooperativas, operadoras de súper centros acopiadores de productos
agrícolas, tenía necesariamente que procurar la ganancia, mediante la
forma más fácil, esto es, aumentar los precios en escala creciente,
contra una reducida demanda solvente. Esta es una verdad ya conocida de
sobra por los abuelos de Carlos Marx. Si se pretendió facilitar a esta
parte de la burocracia, una entrada más en plata, dio resultado.
Ahora, que la cebolla alcanza precios siderales, a los dirigentes
subalternos les empieza a preocupar que la capacidad adquisitiva del
salario real, se haya quedado aplastada como una galleta.
Para esto, la solución que ofrecen es sacar del latón de la basura a los
Centros de Acopio tradicionales, para volver a lo de antes, esto es,
bajos precios, pero pocos y malos productos. Es como remendar zapatos
viejos y prepararse para las molestias.
Otro de los destacados subalternos vuelve a la carga, para persuadirnos
de que las prácticas ilegales tienen la culpa de todo. Como si hubiesen
descubierto que la vigiladera y la chivatería fuesen las herramientas
creadoras de riquezas, sugieren a los adelantados discípulos, que
consideren la posibilidad de pensar que es la impuesta legalidad, tan a
menudo arbitraria, la madre de todas las irregularidades.
Entonces, en vez de sermonear a puertas cerradas ante un auditorio
cómplice, saldrán a discutir en la plaza pública, frente a responsables,
-no menos obligados que ellos- de que se aporte de veras, al bienestar
común.
rhur46@yahoo.com; Rogelio Fabio Hurtado
Source: Otra temporada de peroratas | Primavera Digital -
http://primaveradigital.net/otra-temporada-de-peroratas/
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