lunes, noviembre 23, 2015

Miamenses ayudan a conservar Iglesias de Santiago de Cuba

Miamenses ayudan a conservar Iglesias de Santiago de Cuba

Varios templos católicos, entre ellos la Catedral de Santiago, se
beneficiarán al entrar en 'World Monument Watch'
Un grupo de profesionales de Miami se unió al Arzobispo de Santiago de
Cuba para conseguir esta denominación
Se pueden hacer donaciones a sitio web de las iglesias de Santiago de Cuba
ARNALDO SIMON
asimon@elnuevoheral.com

El pasado 15 de octubre, la World Monuments Fund (WMF) anunció la
inclusión de 12 iglesias de Santiago de Cuba (ocho urbanas y cuatro
territoriales) y sus plazas, en el emblemático programa World Monument
Watch (www.wmf.org/watch/watch_year/2016) para la promoción y defensa
patrimonial. Esta declaratoria gratifica los desvelos y aspiraciones del
arzobispo de Santiago de Cuba, monseñor Dionisio García Ibáñez, de sus
feligreses y, por extensión, de los santiagueros, para quienes estas
construcciones son parte de su memoria colectiva. A la vez, la
designación recompensa el extraordinario apoyo que brinda un grupo de
profesionales miamenses a la conservación arquitectónica en esta
Arquidiócesis, empeño que ha servido para tender nuevos puentes de
acercamiento y reafirmación ciudadana, colaboración cultural y
celebración de la nacionalidad.

Las iglesias urbanas incluidas en la lista son: la catedral de Santiago
de Cuba, Nuestra Señora de la Asunción (1526-1810); Santa Lucía (1701);
Santo Tomás (1715); Nuestra Señora de los Dolores (1722); San Francisco
(1745); Nuestra Señora del Carmen (1766); Santísima Trinidad (1787) y
Cristo de la Salud (1827). Los templos rurales son: San Luis Obispo, en
El Caney (1691); Santiago Apóstol, en El Cobre (1638); El Cristo (1878)
y San José y Rafael, en Cayo Granma (1878).

El origen de este singular intercambio –que data de hace más de 5 años–
surgió de una conversación entre Manny García-Tuñón, propietario de una
compañía de ingeniería de construcción en Miami y miembro de la Catholic
Association of Latino Leaders, la cual tiene un historial de cooperación
con la Iglesia cubana. De inmediato, en el 2010, García-Tuñón comenzó a
trabajar uniendo esfuerzos con Alfredo Mesa, vicepresidente y director
ejecutivo de Marlins Foundation, "hijo y nieto de santiaguero", quien
vio este vínculo como "una labor muy personal que no está conectado a
algo oficial ya que yo tengo mi trabajo, y esto es una colaboración
debido a la cercanía que tengo con la iglesia de Cuba", dijo Mesa.

Hace dos años, estando de visita en Miami el arzobispo García Ibáñez,
García-Tuñón le presentó al arquitecto Jorge Hernández, profesor de
arquitectura de la Universidad de Miami (UM), que además tiene una
oficina de arquitectura en la ciudad de Coral Gables.

"Cuando él me habló del proyecto de las iglesias me fascinó", explica
Hernández, quien fue miembro de la junta de National Trust for Historic
Preservation. "Monseñor es ingeniero y nos pusimos a hablar en términos
técnicos. Me contó de los trabajos en la catedral y entonces le dije,
'bueno, lo mejor sería dar a conocer esta labor y, mejor aún, hacer una
nominación a la World Monuments Fund'".

La difusión de los valores arquitectónicos, históricos y perceptivos de
las obras es fundamental a la hora de sumar voluntades y, en el caso de
este conjunto de iglesias, había mucho trabajo por hacer. "Nos hace
falta documentar bien las estructuras", explicó Hernández a
García-Ibáñez y agregó, "conozco un fotógrafo de fine arts y
arquitectura que es amigo mío, Carlos Domenech, y le pediré que lo
haga". Y así fue que el azar volvió a unir a García-Ibáñez y a Domenech,
amigos de la infancia y separados por más de cuatro décadas.

El paso nefasto por la provincia más oriental de Cuba del mega huracán
Sandy, en octubre del 2012, fue el incentivo que definió un nuevo
enfoque hacia la restauración en la diócesis. García-Tuñón recuerda una
visita que hizo a la isla junto a Hernández convocados por el arzobispo
para evaluar los daños. "Fuimos con ingenieros estructurales. En esta
ocasión monseñor nos invitó a todos a una celebración muy especial en
Bayamo por la terminación de los trabajos de restauración de su
catedral. Cuando vimos el trabajo tan espectacular de preservación y
restauración, fue que se nos ocurrió que en Santiago debería hacerse lo
mismo".

Estructuras en peligro

La solicitud a WMF se hizo este año. "Monseñor Dionisio estuvo aquí en
enero y trabajé con él para redactar la solicitud", recuerda Hernández.
"La mandé y se anunció el 15 de octubre. En el jurado hay un panel de
arqueólogos, antropólogos, arquitectos, gente que está en la
conservación, sociólogos a nivel mundial, expertos en asuntos de
patrimonio mundial y ese equipo lo eligen para un ciclo de dos años".

La acertada filosofía que animó la petición fue reconocer el papel que
ha jugado un grupo de iglesias y sus espacios urbanos aledaños en la
vida social, cultural y religiosa de la ciudad y su relación con el
medio ambiente y el territorio que aún pervive como escenario de
intercambio social. Por lo particular del relieve descendente de la
ciudad hacia la bahía, se puede hacer una lectura del desarrollo urbano
en diferentes períodos históricos, de la estructuracion de los espacios
de participación social, del papel de la iglesia en el desarrollo de la
ciudad y de los vínculos territoriales, algo a lo que se refiere
Hernández como "un teatro de la memoria".

En la catedral de Santiago, que sirve como modelo de intervención a las
demás iglesias incluidas en la lista de WMW, se hizo una combinación de
conservación y restauración. "Se trató más como un preservation
project", aclara Hernández. La catedral está erigida sobre una gran
plataforma elevada, encima de un edificio que abre de manera rítmica a
la plaza, haciendo el conjunto tipológicamente peculiar.

La incorporación de estas iglesias y sus plazas en el WMW –que en su
portal de internet afirma "han sufrido el impacto de los desastres
naturales y en la actualidad están en peligro por la falta de recursos
que puedan ser dedicados a la conservación"– no significa que dispondrán
de todo el capital necesario para los trabajos constructivos. No
obstante, constituye una herramienta que brinda la posibilidad a
organismos, instituciones y personas para donar a travez de su sitio
web. (www.wmf.org/project/colonial-churches-santiago-de-cuba). "Ves la
iglesia donde te bautizaste, quieres colaborar y puedes hacer ahí mismo
tu donación –explica Mesa– gracias a esta designación, dondequiera que
haya un santiaguero se puede ver identificado porque nos une en un
propósito genuino. Hace un enlace con todas las generaciones y es
incluyente".

A modo de colofón, el arzobispo García-Ibáñez opinó: "Se trata de un
grupo de personas de buena voluntad que nos hemos unidos en un bien
común, que es salvar edificios que son patrimonio del pueblo, en este
caso de Santiago, pero también de toda la humanidad. No somos un mundo
aislado porque lo que nos representa a nosotros también tiene un valor.
Creo que si hay algo de agradecer es conocernos y ayudarnos mutuamente".

Source: Miamenses ayudan a conservar Iglesias de Santiago de Cuba | El
Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/noticias/sur-de-la-florida/article45893940.html

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