La vida por cuenta propia
El último éxodo cubano a través de las fronteras de Centroamérica se
sitúa en el marco de una crisis humanitaria. Se trata de una 'migración
forzosa' provocada por el régimen castrista
GINA MONTANER
ACTUALIZADO 19/11/201503:00
Recién llegué de un viaje a Tapachula, México, donde produje con un
equipo del canal Telemundo 51 una serie de reportajes sobre la crisis
migratoria de los cubanos en la región. Allí, a pocos kilómetros de la
frontera con Guatemala, se aglomeran en los hostales oleadas de cubanos
que están llegando a diario después de cruzar en balsas el río Suchiate.
Se trata de una travesía que comienza en Ecuador, a donde vuelan desde
La Habana sin necesidad de visa, y continúa por otros siete países.
México es el penúltimo tramo de un viaje dirigido por 'coyotes' que
resulta caro, accidentado y peligroso antes de alcanzar la frontera con
Estados Unidos, donde desde 1966 pueden acogerse a la Ley de Ajuste
Cubano. Una ley promulgada en su día por la negativa del Gobierno
castrista a recibir a los cubanos que habían arribado ilegalmente a los
Estados Unidos.Durante nuestra estancia en Tapachula la mayoría de los
entrevistados reiteró que no volvería a la isla porque han vendido sus
escasas pertenencias para sufragar el viaje con la ayuda, también, de
quienes tienen familiares en el exterior. En las dependencias federales
del Instituto Nacional de Migración, donde les conceden un salvoconducto
temporal para transitar legalmente hasta salir del país, nos repetían
que en Cuba vivían encerrados y en una situación muy precaria. Muchos de
ellos dijeron ser cuentapropistas que se buscaban la vida al margen de
un Estado que pone todo tipo de impedimentos a la iniciativa privada.
Después de un peregrinaje por tierra que puede prolongarse más de un
mes, ninguno estaba dispuesto a retornar. En el firmamento de un viaje
sin brújula pero asistidos por teléfonos móviles con whatsapp, la
estrella que los guía es la de la Yuma, como se conoce popularmente en
la isla a los Estados Unidos. La tierra prometida al cabo de 56 años de
(inútil) adoctrinamiento comunista. Gran parte de los cubanos que
conocimos en Tapachula ya está en alguna ciudad estadounidense, forjando
un futuro más prometedor que el que se les negó bajo la dictadura
castrista. Camino hacia el norteMientras México hasta ahora les da paso
para que continúen su camino hacia el norte, en la frontera de Costa
Rica con Nicaragua unos 2.000 cubanos se encuentran varados ante la
negativa del ejército nicaragüense de que atraviesen su territorio. En
el enclave fronterizo de Peñas Blancas las autoridades costarricenses
buscan soluciones a una acuciante crisis que no se resolverá con los
actos violentos del ejército del presidente Daniel Ortega, un viejo
aliado de la dinastía de los Castro. A diferencia de un diputado
sandinista que ha llegado a calificar a los migrantes cubanos de
"delincuentes", el canciller costarricense propone un corredor
humanitario para garantizar la integridad de un grupo que va en aumento
y no tiene intención de quedarse en Centroamérica.Tiene razón el
Gobierno tico al situar este último éxodo cubano en el marco de una
crisis humanitaria. Precisamente el profesor cubanoamericano Soren Triff
acaba de publicar un análisis muy certero titulado Tres aclaraciones
sobre la migración forzosa de los cubanos, en el que disecciona que no
se trata de un éxodo por meras razones económicas, sino otra "migración
forzosa" como la de Camarioca en 1966, la de Mariel en 1980 y la crisis
de los balseros en 1994: "...es una catástrofe humanitaria fabricada por
el régimen para obtener beneficios de otros países y ocultar sus
conflictos con la población." Triff concluye que cuando la solución de
un estado fallido es lanzar a "miles de personas a cruzar fronteras", se
convierte "en un atentado contra la humanidad".Con su cinismo habitual,
el gobierno castrista acaba de anunciar que está dispuesto a recibir a
todos aquellos que "deseen" regresar a la isla. Pero esos cubanos que
conocí en Tapachula y los miles que ahora deambulan por Latinoamérica
sólo miran hacia el Norte. Uno de ellos me lo dijo muy claro: "A Cuba no
regresamos ni para coger impulso".
Source: La vida por cuenta propia | Internacional | EL MUNDO -
http://www.elmundo.es/internacional/2015/11/19/564cb001e2704e90778b45fa.html
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