La gente en la Habana Vieja se pregunta cuándo viene el ferry
En solares y cuarterías cobran auge las estrategias para sacarle el
mayor provecho al evento
lunes, noviembre 23, 2015 | Jorge Olivera Castillo
LA HABANA, Cuba.- La noticia de la inminente llegada a la bahía habanera
de un ferry de Estados Unidos, que inauguraría una ruta entre ambos
países, corre como pólvora entre los habitantes del barrio de Belén en
el capitalino municipio de la Habana Vieja.
Parte del convencimiento en el hipotético arribo se asienta sobre las
últimas notas relacionadas con los encuentros de alto nivel entre los
funcionarios de ambos países como parte del proceso de normalización de
relaciones.
En solares y cuarterías cobran auge las estrategias para sacarle el
mayor provecho a un evento que en realidad tiene más de ilusión que de
posibilidades reales de materializarse, al menos en lo que queda de año.
No obstante, los rumores insisten en un atraque antes del 31 de
diciembre de 2015.
Como una creencia salvadora, en Cuba se ha propagado la idea de que los
turistas norteamericanos son más generosos y pudientes que los europeos.
Sobre esas conjeturas se explican las ilusiones de quienes han aprendido
el duro oficio de sobrevivir en la periferia del socialismo durante
décadas a base de migajas, promesas a granel y un miedo atroz a ponerle
voz y determinación a sus reconcomios. Obreros, estudiantes, vagos
habituales, ancianos, amas de casas y profesionales, sueñan con un
encuentro que se traduzca en dólares contantes y sonantes.
No importan los procedimientos para obtener tan siquiera una
'calderilla' que ayude a aliviar el hambre o cualquiera de las otras
necesidades que han echado raíces en todos los nichos del proletariado
desde el Cabo de San Antonio hasta la Punta de Maisí. El cubano de a pie
ha comprendido la inutilidad de los prejuicios en los entretelones de la
subsistencia, donde el Partido y sus instituciones afines lo ubicaron
por tiempo indefinido.
Venderles a los turistas cajas de tabacos falsificados y botellas de ron
barato con la etiqueta de Havana Club, es parte de una cultura que choca
con el modelo de ciudadano que se promueve en los medios de comunicación
controlados por el Estado. Ni hablar del sexo a precio de saldo y la
venta de drogas, actividad que ha ido en aumento y que podría alcanzar
cotas inimaginables frente a un potencial crecimiento de visitantes de
otras latitudes, sobre todo desde el territorio de la superpotencia.
Muchos de mis vecinos aguardan por los pitazos del ferry en la rada
capitalina para poner en marcha sus planes de cautivar a los visitantes
a como dé lugar. Andrés, que trabaja hace más de una década en la
empresa estatal de comunicaciones, ETECSA, es uno de los que saldrá a
probar suerte, si no hay muchos policías.
"Dicen que el ferry es de gays y lesbianas. Ese no es mi mundo, pero
veré que se puede hacer. Por lo menos hablo inglés. Podría ganarme algo
por traducir", me dice mientras sonríe.
Con retazos de informaciones que llegan de fuentes extraoficiales e
historias que brotan del entusiasmo y la imaginación se tejen los hilos
de la esperanza en separarse por algunas horas o días del racionamiento
a costa de los gringos que vienen en el anhelado transbordador.
oliverajorge75@yahoo.com
Source: La gente en la Habana Vieja se pregunta cuándo viene el ferry |
Cubanet -
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