La ganadería no se recupera
La abundancia no se logra con consignas, sino que requiere verdaderas
motivaciones
miércoles, noviembre 18, 2015 | Miriam Leiva
LA HABANA, Cuba – La ganadería en Cuba continúa presentando grandes
dificultades para recuperarse y crecer. Un ejemplo doloroso es Camagüey,
donde existía un espléndido ganado antes de 1959, y que actualmente
suministra el 20% de la leche y la carne del país, según se informó en
la asamblea del Comité Provincial del Partido Comunista de la provincia,
reportada por el periódico Granma, el 16 de noviembre. Pero el consumo
de leche en el país está restringido a un litro diario por niño hasta
los siete años de edad, por lo que la población tiene que adquirirla en
polvo, pagando en divisas, a precios inaccesibles para la mayoría en las
tiendas estatales, y la carne es un extraordinario lujo.
La existencia de ganado era de 4 134 300 cabezas en 2014, cuando Cuba
contaba con una población total de 11 238 317 habitantes, según la
Oficina Nacional de Estadísticas; muy por debajo de los 5 700 000
cabezas en 1958 (cálculo de Raúl Cepero Bonilla, Cuba Socialista
3/1963), con una población de 6 824 000 habitantes. La meta para 1970
fue alcanzar los 8 millones de cabezas de ganado, pero no
se encuentra información sobre su cumplimiento.
La tradición secular fue menospreciada. Fidel Castro realizó compras
millonarias de toros sementales y vacas principalmente en Canadá,
estabulados con aire acondicionado, música indirecta y equipos de
extracción de leche, grandes planes de inseminación artificial,
pastoreos intensivos, silos para forraje, de manera que Cuba produciría
más leche que Suiza. Por supuesto, el gobierno ha culpado a la caída del
campo socialista y el bloqueo de Estados Unidos por el desastre ganadero.
En el informe a la asamblea en Camagüey se reconoció que la producción
de leche y su venta a la industria decrecen como consecuencia del mal
manejo del rebaño, la deficiente contratación, el desvío (robo) del
alimento, el incumplimiento de los nacimientos y los efectos de la
sequía. También en la asamblea de Las Tunas se planteó que entre las
principales deficiencias del programa ganadero se encuentra la falta de
alimento animal, porque más allá de la dura sequía, tampoco existió una
adecuada siembra de pastos y forrajes, entre otras causas.
Un censo ganadero con todo rigor es imprescindible para conocer la
cantidad real de ganado existente. Durante años ha existido un gran
descontrol en las formas de producción estatal y cooperativa. El robo
fundamentalmente para el sacrificio y venta ilegal de carne también
mermó los rebaños, a pesar de imponerse condenas de cárcel de hasta 20
años, incluso los propietarios privados han afrontado severas multas y
prisión en casos de robos o matanzas animal.
Reportajes de noticieros televisivos recientes en diferentes regiones
han mostrado reses escuálidas por falta de alimento y agua, inadecuado
manejo, próximas a suelos infestados de marabú, y se ha reconocido
muerte por esas causas, que no se deben a la sequía del año, sino a un
prolongado período de malos manejos.
Como en todas las duras tareas de la agricultura, la ganadería requiere
esfuerzos y experiencia. El campesinado en Cuba fue menospreciado,
desarraigado de las tierras, y solamente la pequeña cantidad de
privados realizaba entregas significativas a la organización estatal de
Acopio. La recuperación no es significativa, porque los nuevos
campesinos tienen que resurgir, adquirir conocimientos y esforzarse en
condiciones muy difíciles. Junto a los bajos salarios coexiste la
carencia de medios de trabajo básicos, ropa y calzado. Continúan las
rígidas directivas estatales y los compromisos de la Asociación Nacional
de Agricultores Pequeños (ANAP). Aunque se haya establecido flexibilizar
la toma de decisiones en la base, las deficiencias y malos hábitos
arrastrados por las pseudo cooperativas, como las UBPC, y el
desconocimiento para la aplicación de nuevas legislaciones y otras
causas, demuestran que las fuerzas productivas realmente necesitan
libertad para avanzar y desarrollarse.
Además, las profesiones de veterinarios e ingenieros agropecuarios
fueron menospreciadas, y prácticamente desaparecieron las escuelas
formadoras de técnicos medios u obreros calificados, que en años
recientes se está procurando rescatar para que los jóvenes se asienten
en los lugares de origen. Pero el proclamado espíritu de pertenencia no
se logra como la consigna, sino que requiere motivaciones.
Source: La ganadería no se recupera | Cubanet -
https://www.cubanet.org/mas-noticias/la-ganaderia-no-se-recupera/
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