Dios regresa bien acompañado
RAÚL RIVERO
Madrid – No es un tópico, ni un lugar común o un recurso retórico usado
para revelar la esencia de la dictadura. No, no lo es. Decir que en Cuba
lo prohibido se vuelve obligatorio y que el gobierno decreta a
conveniencia apoyos y rechazos, es una vía para tratar de entender la
política de un régimen que funciona con la filosofía oportunista de un
ñame sin corbata, pero con pistola.
En estos tiempos, corre la hora precisa en la que los ejemplos supremos
de prohibiciones que se han hecho obligatorias son Dios y el imperialismo.
Se trata de una combinación difícil entre el cielo y la tierra, entre la
materia impura y el espíritu, un coctel levemente pecaminoso, para
enriquecer el expediente gubernamental –que incluye desde la música de
Silvio Rodríguez hasta el dólar– de cambiacasaca, como se decía allá
cuando las casacas se usaban en invierno y la palabra suéter era difícil
y extranjera.
Hoy por hoy lo que exige el Partido Comunista es que los cubanos quieran
a Dios, regresen en tropel a las iglesias a rezar frente a los altares y
salgan a las calles a recibir con sabrosas congas y estribillos en
spanglish, frases de afecto y gratitud a los inversionistas
norteamericanos, a los turistas que van a pasear en almendrones
convertibles y que sientan respeto y admiración por el presidente Barack
Obama.
Atrás quedó, por el momento, el ateísmo científico, sepultadas en las
hemerotecas las noticias de los curas expulsados a España y borradas de
las planillas de los centros laborales esta pregunta peligrosa: ¿Tiene
creencias religiosas?
Nada de eso. El Papa Francisco se aprecia como un tío querido que vive
en Roma y colabora. Hasta el mismo general Raúl Castro, después de
visitarlo en el Vaticano, está a punto de ir confesarse con el cardenal
Ortega y asistir a misa los domingos para que le salgan bien las cosas
de palacio y para que sus herederos, devotos cómo no, alcancen la
eternidad en el poder.
El imperialismo también es ya otra cosa. Unos vecinos ricos que estaban
equivocados. Los túneles preparados durante años para enfrentarlos hasta
la muerte pasarán a ser parte del folclore nacional y del anecdotario de
una época. Se le ha perdonado al poeta chileno Nicanor Parra aquel
epigrama premonitorio: "Cuba sí, yanquis también". Y se ha eliminado,
además, esta pregunta a la hora de solicitar empleo: ¿Tiene familiares
en el extranjero?
Ya no hay problemas. Lo que impone ahora el Partido es tener creencias
religiosas y familiares en el extranjero, mucho mejor si es en Miami o
en cualquier sitio de Estados Unidos porque se acabaron las guerras y
las cercas. Y la amistad florece con el intercambio de platillos de
postres caseros por el patio.
Ahora toca esperar con disciplina la prohibición o la obligatoriedad que
vienen. Lo único estable y eterno en Cuba es la intolerancia y la
represión contra los opositores pacíficos, los periodistas
independientes y los artistas libres.
Source: RAÚL RIVERO: Dios regresa bien acompañado | El Nuevo Herald El
Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/opinion-sobre-cuba/article22634955.html
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