Jueves, Diciembre 1, 2011 | Por Miriam Leiva
LA HABANA, Cuba, 1 de diciembre, www.cubanet.org -El ruinoso estado de
casi todo, las carencias de alimentos elementales, los autos
norteamericanos de 1950 utilizados como taxis, las dificultades para
acceder a Internet y tantos asombrosos sucesos más, producen en los
extranjeros que visitan Cuba la extraña sensación de haber viajado a un
pasado conocido a través de las historias de los abuelos, lecturas y
filmes. Sorprendidos dicen no entender, y los cubanos respondemos que
no se rompan la cabeza, pues nosotros tampoco, o nos resulta difícil
explicarlo…Pero también nuestro tiempo va hacia el futuro.
Cuba en el Siglo XXI es una serie de investigaciones realizadas por el
Centro para la Democracia en las Américas, cuyo más reciente trabajo "La
reforma económica de Cuba y sus implicaciones para la política de
Estados Unidos", escrito por Collin Laverty, se publicó a inicios de
noviembre.
Como al archipiélago todo llega poco a poco, con dificultad y
fragmentado, sobre todo si no está traducido, el documento de unas 95
páginas provocó reacciones de sorpresa y hasta escándalo, al mencionar
algunas fuentes ciertos temas supuestamente abordados, sobre todo el
considerado más "novedoso". Se comentaba que el estudio propone que
"Las instituciones financieras internacionales (Fondo Monetario
Internacional y Banco Mundial) deberían facilitar préstamos al gobierno
cubano, con el beneplácito de Estados Unidos, teniendo en cuenta los
avances en sus cambios económicos".
Entre algunas personas en Cuba, la objeción estuvo en la negativa
tradicional de las autoridades a involucrarse con el FMI, el BM y otros,
así como la imposibilidad de amortizar los eventuales préstamos,
mientras otros adujeron que no había cambios sustanciales merecedores
de que se levantara las limitaciones norteamericanas. En realidad, el
escrito plantea que se debería propiciar el acceso a expertos y
consejos de esas instituciones para el avance en las industrias
existentes, como el turismo, el azúcar, el níquel y la biotecnología,
según propone el Prof. Richard E. Feinberg, en un trabajo que publicaría
posteriormente el Brookings Institution.
Otras propuestas controversiales han sido que el gobierno
norteamericano elimine la acusación de que La Habana fomenta el
terrorismo, así como el Programa Cuba de la USAID, supuestamente
destinado a fomentar la democracia y apoyar a la disidencia, pero que no
ha tenido los efectos previstos y la mayoría de cuyos fondos millonarios
no han llegado a la isla. Por el contrario, el Programa ha servido de
pretexto para llevar a la cárcel a muchos opositores pacíficos cubanos
y, en 2009, al contratista norteamericano Alan Gross, algo que se ha
venido planteando desde hace años por diversas fuentes, en Estados
Unidos y Cuba.
En realidad, el documento contiene un pormenorizado desglose del
"Período Raúl Castro" y la ejecución de los lineamientos económicos
hasta la actualidad, así como recuenta y analiza la política
norteamericana y la absurda persistencia del embargo. Incluye propuestas
para extender las medidas proactivas ejecutadas por la Administración
Obama para beneficio del pueblo cubano en momentos de grandes carencias,
y necesidad de recursos para iniciar el trabajo por cuenta propia,
laborear las tierras recibidas en usufructo, adquirir viviendas y
otros propósitos emprendedores. Se refiere a las decisiones
discrecionales que podría ejecutar aún el Presidente, contenidas en un
estudio emitido hace algún tiempo por el Grupo de Estudio de Cuba (Cuba
Study Group).
Se trata de un esfuerzo por contribuir al conocimiento de la realidad
cubana actual, tan ajena a los norteamericanos por su alejamiento
durante 50 años. Es un absurdo auto-aislamiento, que impide percibir lo
que acontece en Cuba y conocer al pueblo que, como refleja el mencionado
estudio, afronta este duro período con "incertidumbre, duda,
nerviosismo, ansiedad y mucho temor", sentimientos imposibles de
apreciar desde tanta distancia, que no facilita evaluar el curso de los
acontecimientos, y que propicia que se mantenga el clima de "David
frente a Goliat", cuando debería progresarse hacia el relajamiento de
las tensiones.
Aunque el trabajo está enfocado fundamentalmente a políticos y
estudiosos estadounidenses, sería muy útil que se tradujera al español
para que los cubanos, dondequiera que se encuentren, puedan acceder a
ese amplio estudio, e incluso emitan sus opiniones al respecto, y
quienes se encuentren del lado de allá del Estrecho de la Florida,
convertidos en ciudadanos, se dirijan a sus representantes y senadores,
así como concurran a votar el próximo año con mayor información.
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