lunes, agosto 30, 2010

MARIELA CASTRO, LA AGONÍA DE UN MITO

MARIELA CASTRO, LA AGONÍA DE UN MITO
30-08-2010.
Lic. Ernesto Antonio Vera Rodríguez
Abogado y Bibliotecario independiente Miembro de la Corriente
Agramontista de Abogados Independientes de Cuba

(www.miscelaneasdecuba.net).- "Hay que comprender la homofobia para
combatirla".
Louis-Georges Tin

El 17 de mayo ha sido reconocido como el día Internacional contra la
Homofobia y la Transfobia, gracias al trabajo y empeño del reconocido
investigador Louis Georges Tin. Al frente del Comité IDAHO ha logrado
unir a la red de asociaciones LGTB ya existentes, un total de 60
distribuidas por todo el mundo.

Este Comité no trabaja solo un día al año, sino que traza estrategias
efectivas, como la campaña que lanzara en el 2006 para que la ONU
adoptara un texto a favor de la despenalización universal de la
homosexualidad. Aunque la petición no fue aprobada, sirvió para que la
Iglesia Católica tomara posición contra la violencia homofóbica.

Cuba es hoy una de las sociedades más intolerantes de América Latina.
El gay es discriminado desde que comienza sus estudios en la escuela
primaria, donde es tratado por especialistas de la psicología como si
fuera algo raro, alguien a quien es necesario reformar a través de los
deportes fuertes y la mano dura del padre en casa.

La discriminación de los homosexuales también puede verse a través de
los "chistes" xenófobos que aparecen en la televisión. Pero una burla y
odio mayor se encuentran en el interior de un sistema que intenta
validar el mito de una mujer defensora de los derechos de los gay y las
lesbianas.

Se trata de Mariela Castro Espín, Directora del Centro Nacional de
Educación Sexual en Cuba, CENESEX.

Irrumpe en escena en el año 2006, con una buena cobertura mediática.
Presentaba en su estrategia metas ambiciosas que ilusionaron a muchos:
1) una modificación al Código de Familia que permitiría las uniones
legales entre personas del mismo sexo con todos los derechos que hoy
tienen los matrimonios heterosexuales; 2) una Ley de Identidad de Género
para que se reconozca a los transexuales su cambio legal de género sin
necesidad de someterse a cirugía; 3) las operaciones de cambio de sexo,
de reasignación sexual.

Tanto la modificación del Código de Familia como la Ley de Identidad de
Género son una quimera, si tenemos en cuenta que éstas propuestas llevan
ya cuatro años en la Asamblea Nacional.

Mariela Castro ha culpado de esta situación a los "prejuicios", pero
valdría la pena preguntarle: los prejuicios de quién, pues ella misma
aseguró que contaba con el apoyo del Partido Comunista de Cuba, en el
año 2007.

Las culpas han recaído igualmente sobre la Iglesia Católica que, según
Mariela Castro, ha frenado la aprobación de las leyes relativas a la
identidad de género y la unión legal de homosexuales promovida por su
institución durante años.

Pero por todos es conocido que la Iglesia Católica no tiene la menor
influencia sobre los diputados que emiten su voto en la Asamblea
Nacional, mucho menos sobre el Consejo de Estado, máxime si tenemos en
cuenta cuán perseguida y burlada ha sido la Iglesia en Cuba durante los
últimos 50 años.

La táctica de Mariela Castro falló por las siguientes razones:

1) Ella es una desconocedora del tema homofobia. Su base científica es
insuficiente.

2) No atacó la intolerancia desde sus raíces, y en cambio presentó una
estrategia llena de símbolos y golpes de efecto.

3) Intentó sacar provecho de su condición de hija del Presidente,
llevando a todo el mundo el mensaje sutil de que por esa misma razón el
régimen aprobaba sus campañas.

Quizás lo positivo de todo esto ha sido la agonía de un mito.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=29598

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