lunes, septiembre 19, 2016

Ocho horas con la Seguridad del Estado

Ocho horas con la Seguridad del Estado
YUSIMÍ RODRÍGUEZ LÓPEZ | La Habana | 18 de Septiembre de 2016 - 19:38 CEST.

En la mañana del pasado viernes, la activista por los Derechos Humanos y
miembro del comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR), Martha
Adela Tamayo, fue llevada a la fuerza por agentes de la Seguridad del
Estado. Durante las ocho horas que duró la retención, sus familiares y
amigos ignoraron su paradero. DIARIO DE CUBA recibió la denuncia de su
desaparición forzosa y ha conversado con ella.

¿Qué fue lo que ocurrió?

Bajé a recoger la laptop de un amigo, que un colega había reparado. Vi a
un hombre con delantal de carnicero, pero me di cuenta de que en esa
carnicería hay una carnicera. Cuando estoy regresando al apartamento,
que está en Soledad y Peregrino, un hombre me llama por mi nombre y me
dice que quiere conversar conmigo. Le pregunté de qué y dijo que sería
solo un momento, que me acercara para hablar. Le contesté que quería
subir a guardar la laptop, pero no me lo permitió. Vi que la patrulla
que estaba a varios metros retrocedió hasta donde estábamos y me di
cuenta de que no sería solo un momento; me desprendí a correr, le grité
a [Juan Antonio] Madrazo que me querían llevar.

Cuando Madrazo se asomó, ya me estaban montando a la fuerza en la
patrulla. Uno de los que quería agarrarme era el supuesto carnicero, que
ya no tenía delantal.

Armaron todo ese espectáculo delante de los vecinos, que se asomaron
cuando me escucharon gritar, como si yo fuera una delincuente. Había dos
patrullas, una en la calle Salud y otra en la calle Peregrino. Además,
había dos motos. Después supimos por los vecinos que las patrullas
habían estado ahí desde las seis de la mañana.

¿Al correr y resistirse al arresto, no les dio motivos para emplear la
violencia? (Tiene un pequeño moretón cerca de la muñeca, que le hicieron
al montarla por la fuerza en la patrulla)

Quería que me dejaran al menos subir al apartamento para dejar la laptop
y decir qué estaba pasando. Se lo dije: acababa de levantarme y tenía la
menstruación. Además, él no era un policía, que son quienes tienen
potestad para arrestar. Era un oficial de la Seguridad del Estado, que
no puede ni citarte ni arrestarte.

Ellos acostumbran a entregarte una citación firmada por el oficial de la
Seguridad del Estado para que te presentes. Pero la citación tiene que
estar firmada por un funcionario del Tribunal. Como una desconoce todo
eso, se presenta. Nos hemos informado sobre esas cosas. Una puede
incluso negarse a conversar con él. Ante un oficial de policía es otra
cosa, no puedes resistirte ni correr.

En la patrulla, dijeron que me llevarían para Santiago. Pensé que me
deportarían a Santiago de Cuba, pero en realidad soy de Holguín. Después
vi que me llevaban a la estación de policía de Santiago de las Vegas.
Allí me pasaron a la sala de interrogatorio, sin pasar por la recepción.
No te registran como detenida.

¿Qué pasó durante el interrogatorio?

Mucho chantaje. Me decían: "Tú no eres de La Habana. Ahora mismo, si nos
da la gana, te cargamos y te llevamos esposada en la patrulla para
Antilla, Holguín. Sabemos que tienes una relación pasional con Madrazo
Luna; si intenta ir a buscarte, no vamos a permitirle ni llegar a la
terminal, ni te vamos a permitir a ti venir".

Sacaron a relucir el trabajo que realizo con la plataforma #Otro18. Otro
punto fue el trabajo investigativo que desarrollo, con un grupo de
compañeros, en Colombia, con el Instituto de Raza e Igualdad. Dijeron
que se estaba haciendo mucho trabajo desde el exterior para empoderar a
la sociedad civil, sobre la mujer afrodescendiente que está
subrepresentada en el mercado laboral estatal y cuentapropista; que
sabían a qué se dedicaba Madrazo; que éramos unos mercenarios, que
recibíamos dinero del Observatorio de Derechos Humanos radicado en
Madrid, dirigido por Alejandro González Raga, uno de los 75
exprisioneros políticos, expulsado del país por este Gobierno. Que no
iban a permitir que #Otro 18 caminara, y que si tenían que aplicar
medidas lo iban a hacer, como no dejarnos viajar, retenernos el
pasaporte en el aeropuerto. Y que si tenían que meternos presos en
nuestras casas o donde fuera, para impedir que nos moviéramos, lo iban a
hacer.

También hablaron del tema de la cultura; como sabes hay mucha gente
descontenta con lo que pasó con Juan Carlos Cremata. Mira ahora lo que
dijo Abel Prieto, que les estaban serruchando el piso con el
empoderamiento de la sociedad civil, y que no lo podían permitir.

Hablaron de mi vida personal. Afirmaron tener evidencia de que yo había
traicionado al padre de mi hijo con una mujer. Les dije que adelante, a
publicarlo. No sé si es para desprestigiarme o desprestigiar a mi
pareja, diciéndole que me gustan las mujeres o que soy bisexual. Según
ellos, por eso defiendo los temas LGBTI. Me gustaría ver qué dice sobre
eso la hija de nuestro presidente, Mariela Castro...

Esa afirmación de ellos, de que estuve con una mujer, la publicaron en
un blog, Esperanzas Holguineras. Según ellos fui agente de la Seguridad
del Estado, prostituta y lesbiana. Con mi hijo también me amenazaron.
Dijeron que pensara en él, que ese muchachito era lo único que yo tenía.
Él también estuvo llamándome todo el día, preocupado, sin saber de mí.

Dice que estaba con la menstruación. ¿Cómo se las arregló durante todo
ese tiempo?

Pedí una almohadilla sanitaria y me la trajeron… al cabo de cuatro
horas, pero me la trajeron, y pude usar el baño. También me ofrecieron
agua. Comida no quise, no porque estuviera plantada, sino porque en esos
casos prefiero no comer.

Martha Adela fue trasladada a la estación de Zapata y C, por la noche. A
las nueve le permitieron llamar a su familia para que supieran donde
estaba. Le ocuparon la laptop, y le hicieron llenar y firmar una
planilla que le permite reclamarla, aunque no le dieron copia. Cuando
conversé con ella lucía muy calmada.

Una siempre está calmada… después que todo pasa. Pero mientras está
pasando te asustas. No sabes qué puede ocurrir, hasta dónde pueden llegar.

Source: Ocho horas con la Seguridad del Estado | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/derechos-humanos/1474220309_25399.html

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