Campesinos instalan electricidad sin apoyo del Estado
SOL GARCÍA BASULTO, Camagüey | Diciembre 08, 2015
En un gesto que mezcla la rebeldía y la impaciencia, los residentes de
Las Casimbas, en Camagüey, han improvisado un tendido eléctrico de
cuatro kilómetros de largo para llevar el servicio hacia el poblado.
Después de años de gestiones y pedidos, los campesinos no han querido
seguir en penumbras y se las han agenciado para conectarse al área más
cercana beneficiada por la Empresa de Energía Eléctrica.
Esta obra alternativa incluye transformadores, aislantes y alambrado
profesional, además de los postes hechos con los árboles que están en el
trayecto y cuyas ramas fueron taladas. Para financiar el proyecto, las
familias aportaron cantidades proporcionales a su nivel económico. En
total, la cifra alcanzó aproximadamente los 4.000 pesos convertibles.
La comunidad de Las Casimbas, en el municipio Najasa de la provincia de
Camagüey, es uno de los sitios que oficialmente se encuentra fuera del
área servida por la Empresa Eléctrica del municipio al que pertenece. En
la Isla hay unas 20.000 viviendas que no tienen acceso a la luz
eléctrica. El pasado mes de noviembre, el ministro de Energía y Minas,
Alfredo López Valdés, aseguró que contarán con este servicio en 2017 y
que, al cierre de este mes, la electricidad llegará a 33 asentamientos
–unas 1.610 viviendas–, la mayoría en el Plan Turquino y en zonas de
difícil acceso.
La compañía estatal no quiso contestar a la pregunta de 14ymedio sobre
las razones por las cuales la corriente no ha llegado aún a Las
Casimbas. Sin embargo, un funcionario de la Empresa Eléctrica, que
prefirió el anonimato, aseguró estar al tanto de la iniciativa adoptada
por los pobladores de la zona para "iluminar sus casa y poder disfrutar
de las otras ventajas del servicio eléctrico". El temor a represalias de
parte de la Empresa Eléctrica recorre el lugar y la mayor pesadilla por
estos días en Las Casimbas es que el costoso tendido que han levantado
sea cortado por órdenes "de más arriba".
A pesar de su sencillez, sorprende la calidad estructural de la obra de
ingeniería organizada con esfuerzo propio que suministra electricidad a
más de 30 familias. Los residentes compraron de su bolsillo equipos
profesionales para optimizar la calidad del servicio, según el
coordinador del proyecto, un campesino de la zona apodado Toño.
"Los transformadores, cables y aislantes ya eran usados, pero están en
buen estado. Se los compramos a unos amigos míos que trabajan en la
empresa eléctrica", asegura el vecino. Y agrega: "En este lugar, nunca
hubo corriente. Solo las personas pudientes tenían el privilegio de
alumbrarse con plantas de petróleo, pero los demás nacimos y crecimos
con los huecos de la nariz tiznados por el humo del candil".
Toño es propietario de dos caballerías de tierra que heredó de sus
padres, pero no se considera dentro de los llamados "pudientes", porque,
asegura, le cuesta mucho trabajo explotar los beneficios de la tierra,
debido a "la escasez de los productos agrícolas". La falta de
electricidad se sumaba a esos obstáculos, al dificultar el bombeo de
agua y otras labores en el campo.
"La corriente la pusimos porque es muy necesaria, nos hace falta para
todo, para alumbrarnos, para ver el televisor", explica otro vecino de
la localidad. Cuenta que, durante décadas, en el poblado no se sabía
"nada del mundo". "Si alguien hablaba de una telenovela, teníamos que
estar callados, sin intervenir en la conversación. Por eso la gente dio
el dinero sin protestar para comprar los equipos y los cables".
"Pusieron unos paneles solares en el consultorio y en la escuelita de
San Ramón –un barrio cercano–, pero en las casas no teníamos con qué
alumbrarnos, ni equipo electrodoméstico alguno, excepto radios y
linternas de baterías", cuenta Toño.
En esta zona, el precio de una pila de las más usadas por linternas y
radios es de 20 pesos cubanos, lo que equivale a dos jornadas de trabajo
en el campo. "Para nosotros no significó nada el módulo de la olla
arrocera, la reina y la hornilla eléctrica que se repartió hace unos
años. Aquí las mujeres cocinan con leña o carbón, la gente no sabía lo
que era tomar agua fría o tener un teléfono celular, no tanto por
ignorancia, porque uno sale y ve cómo se vive en el pueblo, sino porque
sin corriente es imposible", apunta.
Según Toño, la nueva alternativa no soluciona del todo el problema. "El
voltaje es muy bajo, los refrigeradores solo congelan en la madrugada.
Traemos la corriente de una tendedera igual a esta. El transformador es
lo que hace que suba el voltaje, pero en horario pico no puede abastecer
todas las casas".
No obstante, la experiencia de Romelio, otro vecino del lugar, es
positiva. "Hemos mejorado en un cien por ciento, vivíamos aquí como unos
indígenas en una cueva, en el tiempo de los cromañones, sin distracción
de nada, llegaba la noche y era acostarse a dormir", explica. Cuenta que
sin teléfonos celulares, se enfermaba cualquier persona y no había cómo
llamar una ambulancia, un médico. "Este es un lugar que está muy aislado
y por eso nosotros luchamos para poder vivir como las personas".
Source: Campesinos instalan electricidad sin apoyo del Estado -
http://www.14ymedio.com/reportajes/Campesinos-instalan-electricidad-apoyo_0_1903009702.html
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