OSCAR PEÑA: Bochornosa declaración en Cuba
En la patria tienen que caber todos sus hijos con derechos y deberes
Los artistas del celuloide han cumplido con un deber ciudadano
El miedo en Cuba era generalizado, era abrumador
OSCAR PEÑA
Hace unos días tuve el cubano placer de conocer de una acción entre
cubanos efectiva, viable, de conexión popular y con el sello de voluntad
de reconciliación y arreglo del país entre todos los nacionales.
Me refiero a la asistencia de miembros contestatarios de la sociedad
civil cubana que concurrieron a la Asamblea de Cineastas Cubanos
Independientes denominada G20 que tuvo lugar en La Habana, y donde esos
creadores cubanos pujaron cívicamente entre ellos y con altos
representantes del gobierno cubano para impulsar una ley de cine que les
dé libertad y garantías para desarrollar sus proyectos sin censura. Los
disidentes cubanos con su decente presencia allí supieron identificarse
con los problemas de ese sector de nuestro pueblo; y al mismo tiempo
dieron crédito y consideración a los altos representantes del gobierno
presentes como parte de la nación cubana. Suministraron estos
adversarios un ejemplo de convivencia nacional, cultura social y
política necesario para la situación de hoy y de normalidad para la de
mañana.
En la patria tienen que caber todos sus hijos con derechos y deberes.
Hoy está el deber de ir buscando soluciones nacionales porque no hay
progreso y avance del país con la mentalidad de esperar porque las
soluciones vengan desde arriba sin reclamarlas decentemente. No hacerlo
es ser parte cómplice del encallamiento del país y de la dañina erosión
de sus nacionales al exterior. Estos artistas del celuloide han cumplido
con un deber ciudadano.
Hay que razonar entre nacionales. El pasado no se puede arreglar, pero
el presente y el futuro sí. En una oportunidad en los años finales de
los 80 asistí al antiguo palacio presidencial convertido en museo de la
revolución donde se hizo la tirada del libro La Prisión Fecunda, de
Mario Mencía, y fui sacado por operativos de la seguridad del Estado
cuando llegué para intercambiar con el autor. Quería hablar con él y
hacerle la observación de las diferencias de aquella prisión política
que él narra en su libro con las de hoy. Sensibilizarlo con algo que
quizás él desconocía y recabar su ayuda con sus letras o gestiones con
sus relaciones para superar ese feo capítulo del país.
Todavía en aquellos tiempos el miedo en Cuba era generalizado, era
abrumador, era un miedo contrarrevolucionario para el país porque hacía
que la sociedad cubana estuviera estancada por él; ninguna de las
personas presente se opuso a mi extracción del local, o se acercó a
saludarme. Hoy la acción solidaria y gallarda de muchos de los cineastas
con los cívicos activistas disidentes que asistieron a la accesible
asamblea es un buen síntoma. Es esperanzador porque ya el veneno oficial
no es tan efectivo entre cubanos como antes. Ya no es creíble que por
tener diferencias somos agentes de la CIA, o enemigos a muerte del otro,
como han hecho creer y desinformado al pueblo cubano por años y años.
Es bochornosa la declaración del Instituto Cubano del Arte e Industria
Cinematográfica (ICAIC) posterior a estos hechos. Es anticubana porque
proclama cerrar espacios a otros cubanos. También es una declaración
contrarrevolucionaria y no evolucionaria, como muy bien ha planteado el
poeta Silvio Rodríguez se debe ser en Cuba hoy. Esos altos dirigentes y
funcionarios del ICAIC llenos de miedo que no los califiquen de fuertes,
combativos y enérgicos han usado métodos y verbo estalinistas tan
intransigentes, que hasta se infieren contra los propios llamados y
proyecciones de cambio de mentalidad que ha estado proclamando el
gobernante Raúl Castro en sus intervenciones. La intransigencia siempre
es un rebote.
Source: OSCAR PEÑA: Bochornosa declaración en Cuba | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/opinion-sobre-cuba/article48446050.html
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