jueves, agosto 27, 2009

EL MIEDO DEL VALIENTE

EL MIEDO DEL VALIENTE
2009-08-27.
Yosvani Anzardo Hernández, Director Periódico Candonga

(www.miscelaneasdecuba.net).- El que pierde el miedo corre el riesgo de
perder parte de si, o incluso la vida, el miedo es tan necesario como el
dolor físico, sin dolor una herida puede infectarse o no percatarte de
que el hígado o el riñón funcionan mal. Por ello el miedo es tan
necesario como el dolor, y es difícil de controlar tanto uno como el
otro. Un dolor dominante te quita las ganas de pelear. Un miedo
dominante te convierte en animal doméstico.

La gran diferencia entre ambos es que el dolor no te llena de
resentimientos tan fácil como el miedo. Todos aprendemos a tener miedo,
pero unos lo dominan y otros son dominados. He ahí la diferencia entre
cobardes y valientes.

Había una vez en un reino, un hombre al que todos llamaban valiente, que
defendía con pasión a su rey, esa idolatría por un hombre se la habían
enseñado desde niño, también le habían enseñado que el rey era el hombre
más bueno e inteligente del mundo, teníamos que dar gracias por estar de
nuestro lado, los pobres, siempre amenazados por los sanguinarios reinos
vecinos, esa era la razón por la que tenían que dar todo por el rey.
Porque el pobre lo estaba dando todo por sus súbditos.Nuestro hombre
valiente estaba dispuesto a dar su vida por la justicia
que representaba el rey.

Muchas veces vio como personas de su pueblo que no eran tan abnegados ni
tan horrados como él eran llamados a la corte, y sin embargo él seguía
siendo un simple soldado. Cada cierto tiempo estallaba un escándalo en
la corte y los anteriormente llamados eran expulsados y acusados de
traición y corrupción, entonces les pedían a los simples soldados que
repudiaran a los traidores y lloraran por el engaño del que era víctima
el noble rey.

También ocurrían grandes injusticias en todo el reino, pero todos decían
que el rey no sabía nada, y era lógico, un rey tan bueno no haría tales
cosas.

En una ocasión lo enviaron a golpear junto a otros soldados a una
familia de campesinos, les dijeron que no creyeran en las apariencias,
los campesinos aquellos eran malos, brutos y cobardes, se dejaban
utilizar, y estaban al servicio de los reinos que los odiaban tanto.
Pero de cualquier forma, no había mérito en golpear a personas
indefensas por muy malas que fueran.

Entonces lo acusaron a él de traición.Durante mucho tiempo había luchado
en vano contra las injusticias, pero todos sus esfuerzos por llegar con
sus reclamos a la corte del rey eran infructuosos, no había entendido
que esa era la causa por la que no ascendía, el rey en verdad no solo
sabía lo que pasaba, sino que era él quien daba las ordenes personalmente.

De cualquier forma, el simple soldado ya consideraba que el rey no era
tan inteligente porque se dejaba engañar por todos. No necesitó ver las
mazmorras, ni visitar uno de los reinos vecinos para entender que todo
lo que decían aquellos campesinos pobres y mal vestidos, siempre
repudiados, era la verdad, siempre había temido que los campesinos
tuvieran razón, por ello luchaba en su mente por no creer nada de lo se
decía en las calles. Tampoco jamás entendió que se sancionara con tanta
fuerza a los que por hambre cazaban el ganado del rey, para qué el rey
necesitaba todo el ganado. Pero igual nunca hizo nada.

Entonces entendió que él nunca fue hombre valiente, sino un simple
soldado; para ser valiente tenía lo necesario, pero le faltaba el coraje
de los campesinos.El valiente tiene miedos muy profundos, pero son de
tipo moral.El simple soldado se convirtió en un hombre valiente al lado
de los campesinos, entendió que hay que ser muy valiente para enfrentar
a todo un ejercito solo con la pureza del corazón y la razón, los que
así lo hacen, sin importar cuanto tiempo pase, un día son los
vencedores. Y no sé que pienses tú, pero solo con sentimientos límpios,
se puede ser ibre y vivir feliz por siempre.

EL MIEDO DEL VALIENTE - Misceláneas de Cuba (27 August 2009)
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=22498

No hay comentarios.: