Cuba converge con Europa sin acercarse a EE UU
Washington exige a La Habana una amplia apertura política y no solo
medidas económicas liberalizadoras
JUAN JESÚS AZNAREZ La Habana 28 NOV 2014 - 01:31 CET32
Las negociaciones entre Cuba y la Unión Europea para sustituir la
Posición Común de 2003, que condiciona el acercamiento entre Bruselas y
La Habana al desarrollo democrático en la isla, por un acuerdo de
cooperación más flexible pueden concluir el año próximo sin que,
paralelamente, se hayan normalizado las relaciones diplomáticas con
Estados Unidos, que exige no sólo la apertura económica, sino también
avances en libertades políticas.
Ninguno de los ministros y mensajeros extranjeros recibidos por Raúl
Castro en los últimos años —el titular de Exteriores español José Manuel
García-Margallo estuvo en la isla esta semana, pero no fue recibido por
el mandatario— ha tenido indicaciones de que vayan a producirse
iniciativas oficiales en esa dirección.
Mientras tanto, y al igual que durante la presidencia de José María
Aznar —correa de transmisión en Europa de las políticas de
endurecimiento patrocinadas por George W. Bush para activar
sublevaciones populares—, la Administración de Barack Obama también
quiere aprovechar las fluidas relaciones entre Madrid y La Habana pero
en otro sentido. Lo hace para sumarse a la distensión latinoamericana y
europea, tratando de influir en su desarrollo.
Obama no promueve como Bush una insurrección general en la mayor de las
Antillas porque las consecuencias serían graves, pero tampoco renuncia a
operaciones encubiertas que estimulen descontentos sociales lo
suficientemente intensos como para obligar al Gobierno cubano a ceder
poder. Acostumbrado a la resistencia, el régimen sigue en sus trece. La
belicosidad de EE UU, sin embargo, pierde espacio político porque la UE
tiene problemas más importantes que implicarse en una cruzada contra el
comunismo caribeño, y porque América Latina, casi en bloque, es más
partidaria de integrar a la isla en todos los foros democráticos
regionales que de "empujar" para que se produzcan cambios democráticos
en Cuba.
La izquierda y la socialdemocracia gobiernan desde Río Grande a Tierra
del Fuego, y el embargo y el radicalismo de EE UU con La Habana
comprometen su relación con el resto de América Latina.
México quiere recuperar su histórica influencia en la estratégica isla,
debilitada durante la convergencia con Washington en política exterior
de los Gobiernos del conservador Partido Acción Nacional (PAN).
Como anfitrión de la próxima Cumbre Iberoamericana en Veracruz, México
ha condonado el 70% de la deuda cubana para ganar posiciones en la
clasificación de socios comerciales y políticos de Cuba y tratar de
emparejarse con Brasil, por delante de Colombia y Argentina. Venezuela
lidera la relación de aliados de Cuba. "Esperamos que si la UE firma el
acuerdo de cooperación política con nosotros, y después de lo que está
viendo en Latinoamérica, Obama afloje un poco", dice un miembro del
Partido Comunista de Cuba (PCC), convencido de que la coyuntura
internacional no favorece la continuación de las políticas de
aislamiento y castigo históricamente aplicadas por Washington. "Ya
sabemos que el levantamiento del bloqueo depende del Congreso, pero
Obama puede hacer otras cosas, por ejemplo permitir que los
estadounidenses puedan viajar a Cuba".
La percepción es triunfalista en los ámbitos más militantes del
castrismo en la isla. El titular de portada de un periódico izquierdista
distribuido por la Embajada de Cuba en Madrid es revelador: "La Unión
Europea dobla la rodilla ante Cuba: ¿pronto Estados Unidos?". "Cuba ha
movido fichas estratégicas sin ceder un ápice en sus planteamientos
ideológicos", agrega Cubainformación, editado por la asociación
Euskadi-Cuba.
Otras fuentes anticipan, sin embargo, que si la revolución permanece en
el inmovilismo político, Obama sólo aprobará aquellas medidas
mayoritariamente aceptadas por la comunidad cubana en Estados Unidos, y
susceptibles de beneficiar electoralmente al próximo candidato demócrata
en las presidenciales de 2016.
Con la vista puesta en el comportamiento e influencia política de los
compatriotas instalados en Miami, Nueva York o Nevada, el régimen
observa complacido cómo las últimas encuestas indican que la mayoría de
la diáspora apoya una mayor flexibilización en la política de EE UU
hacia a la isla. "Los cubanos de primera generación controlan las
emisoras de radio más contrarrevolucionarias de Miami. Hacen mucho ruido
y parece que representan a toda la comunidad pero no es así porque la
mayoría de los cubanos llegó a EE UU a partir de los ochenta", dice un
veterano periodista de la prensa habanera. El año pasado visitaron a sus
familiares 600.000 cubanos en viajes de ida y vuelta.
Source: Cuba converge con Europa sin acercarse a EE UU | Internacional |
EL PAÍS -
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