Obama, nos vemos en La Habana
El presidente de EEUU está abriendo posibilidades a los cubanos
martes, febrero 23, 2016 | Miriam Leiva
LA HABANA, Cuba.- Barack Obama estará en Cuba los días 21 y 22 de marzo.
Llegará a La Habana respaldado por el impacto positivo en el pueblo de
sus medidas iniciadas en 2009, que han incrementado sostenidamente su
gran popularidad en el pequeño archipiélago cubano; y para dialogar con
amplios sectores de la sociedad. Arribará con su esposa, Michelle, que
también recibirá una calurosa bienvenida.
Su viaje no será recordado por el simbolismo de ser el primero de un
presidente de Estados Unidos desde 1928 y sin llegar en un barco de
guerra; sino por su afable y vigorosa personalidad, y los mensajes
auspiciosos. Los cubanos ya hablan de acogerlo en un ambiente entusiasta
y respetuoso, lejano a las vociferaciones y movilizaciones organizadas
por el gobierno cubano para enmascarar a los cubanos el verdadero origen
de sus penurias, para que no tuvieran conciencia de que estaban
perdiendo su presente y el futuro de sus hijos, causado por el bloqueo
interno.
En ocasión del primer aniversario del memorable anuncio sobre el cambio
de política hacia Cuba, el 17 de diciembre de 2014, Obama mencionó la
posibilidad del viaje en marzo, de manera que la ratificación era
esperada con impaciencia por los cubanos, temerosos de que surgiera
algún suceso dilatorio o aniquilador. El presidente no podría posponer
el gran salto, pues está en curso la campaña para las elecciones de
noviembre en Estados Unidos.
En enero 2018 concluye su mandato, por lo que Obama utiliza este período
para procurar consolidar la política proactiva, pueblo a pueblo, de
manera que el sucesor demócrata progrese o un republicano encuentre
dificultades para revertirla. De su parte están muchos legisladores de
ambos partidos, agricultores, empresarios, intelectuales, artistas,
académicos, científicos, deportistas norteamericanos y cubanoamericanos,
y cuenta con el alto rating de aprobación de la población en las encuestas.
En Cuba se está en vísperas de uno de los acontecimientos más importante
desde el triunfo de la llamada revolución en 1959. El VII Congreso del
Partido Comunista (PCC) comenzará el 18 de abril, con la diferencia de
que 57 años atrás los actuales dirigentes llegaron como rebeldes
prometedores de un futuro mejor para todos los cubanos, con democracia y
oportunidades, pero en esta ocasión arribarán como ancianos
incumplidores de sus promesas, destructores del país en todos sus
aspectos, que procuran comenzar a legar el poder a sus elegidos, con
directivas estrictas.
No obstante, mantener el eslogan de socialismo irreversible y la falta
de un líder destacado, capaz de aglutinar a la elite gobernante y
alcanzar el respaldo de la población para resolver la inmensa cantidad
de problemas existes, confiere gran importancia al período hasta la
realización de la Asamblea Nacional del Poder Popular de febrero de
2018, cuando Raúl Castro ha dicho que dejará sus actuales cargos, así
como otros dirigentes históricos. Solo algún tiempo después de 2018 se
conocerán los criterios de los nuevos dirigentes, que tendrían la
oportunidad de modificar las directivas recibidas y abrir la
participación ciudadana para bien de Cuba y los cubanos.
Obama comprendió que su presidencia coincidió con el período óptimo para
la aproximación de Estados Unidos, y la emprendió con los cambios más
efectivos: la asistencia al pueblo. Los mandatarios de otros países
acogieron los esfuerzos de Raúl Castro por cambiar la imagen
internacional del gobierno y recibir colaboración económica, para llegar
a La Habana con el fin de posicionarse antes del arribo de la eficiente
competencia norteamericana, relegando a la población y la sociedad civil
independiente.
Obama desde 2009 no solo desbarató los pretextos del gobierno para
justificar los desaciertos, las imposiciones y la represión, sino que
está demostrando que sus pasos no han tenido mayor repercusión porque
las autoridades cubanas los frenan. No debe pensarse que llegará con
promesas, rectas o imposiciones, sino con el aval de sus medidas para
ser facilitadas adentro, y los valores y las oportunidades que disfrutan
los laboriosos norteamericanos y los cubanos establecidos en Estados Unidos.
Obama no está legitimando al régimen, como dicen sus adversarios, sino
que está abriendo posibilidades a los cubanos. Obama no hará el cambio,
pero está aportando medios para ejercer el cambio; que en primer lugar
radican en las mentes, la autoestima y el conocimiento. Todos los
cubanos tenemos que hacer el cambio, y sobre todo tenemos que velar por
no equivocarnos.
Source: Obama, nos vemos en La Habana | Cubanet -
https://www.cubanet.org/opiniones/obama-nos-vemos-en-la-habana/
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