FEBRERO 23, 2016 11:45 AM
OSCAR PEÑA: Fin del diferendo Cuba-Estados Unidos
La visita del presidente de Estados Unidos a Cuba indica que Cuba no
tiene enemigos externos
Lo mismo las autoridades de Cuba que sus críticos le echan la culpa a
Estados Unidos
Este paso que ha dado Estados Unidos debe ser el inicio de la cura nacional
OSCAR PEÑA
Soy de los que vieron con agrado que el presidente de Estados Unidos
hiciera los anuncios de diciembre del 2014. Existía una larga confusión
regional, mundial y en el propio pueblo cubano que los problemas del
país eran por culpa de Estados Unidos. Ese día comenzó a borrarse ese
pensamiento de la pizarra nacional y se escribió en la mente de todos:
Cuba no tiene enemigos externos.
Ahora la visita del presidente en activo de Estados Unidos a la isla es
la estampilla de garantía de esa verdad. Gana Estados Unidos en
prestigio y autoridad moral. Si nos imaginamos ante un campo de voleibol
o tenis observaríamos que el presidente de Estados Unidos tomara en sus
manos la pelota de la confusión y la va a llevar personalmente al otro
lado de la red (Cuba), ponerla allí y aconsejar: "jueguen limpio entre
cubanos". Al poner fin al diferendo internacional resalta que el que
sigue pendiente –el nacional– está en manos de los cubanos.
Como parte normal de las luchas partidistas y la democracia en Estados
Unidos donde se busca con lupa y exceso donde descalificar las acciones
del otro partido, se está esgrimiendo por adversarios el simple
argumento que la visita del presidente de Estados Unidos a Cuba legitima
a ese gobierno. Algo parecido a esas personas que se niegan a admitir al
padrastro o a la madrastra. La realidad muchas veces es abrumadora y no
perfecta, pero no se puede falsear. Cuba es el país del mundo que más
visitas presidenciales ha recibido. Solo faltaba la de Estados Unidos.
Siempre nos ha sido difícil a los cubanos admitir que los sucesos de
Cuba han sido por culpa de nosotros y no de extranjeros. Es una
coincidencia nacional: lo mismo las autoridades de Cuba que sus críticos
le echan la culpa a Estados Unidos. Como en el cuento clásico, siempre
queremos "botar el sofá" y pasar las facturas a otros. Hemos tenido en
todas las épocas altas dosis de irresponsabilidad y una mentalidad de
dependencia. Este paso que ha dado Estados Unidos debe ser el inicio de
la cura nacional y convencernos que tenemos que arreglar la casa con
bondad entre nacionales sin mirar el pasado.
Observo perspectivas inquietantes. No es correcto ni aconsejable tener
entre cubanos exceso de esperanzas en la visita del presidente Barack
Obama a Cuba. ¿Es positiva? Sí. Por todo lo antes expresado. Además sus
palabras serán un curso de libertad para los cubanos, pero al apagarse
las luces de la visita, todo quedará igual. Ese afán de autoridades de
Cuba y opositores por sentarse con extranjeros, tienen que tenerla para
sentarse entre ellos. Tenemos que ser éticos. No es el presidente de
Estados Unidos quien tiene que resolver los derechos de los cubanos. Esa
responsabilidad es entre todos los cubanos.
En el gobierno de Cuba, en la sociedad civil y en los adversarios
tenemos que dejar de taparnos los ojos y aprender a vivir con cultura
política y admitir la diferencia. Acabar de reconocer que Cuba ha tenido
pérdidas y aciertos, pero que es penoso que los cubanos solo se sientan
libres fuera de Cuba. ¿Entonces? No es un congreso del PCC lo que hace
falta, sino un congreso de todos los segmentos de la sociedad cubana. Un
Encuentro Nacional. Saber que existe una palabra, un concepto que se
llama pactos nacionales entre partes, acuerdos de convivencia. Entre
todos los cubanos está la clave.
Activista cubano. Graduado en Ciencias Políticas y Periodismo.
Source: OSCAR PEÑA: Fin del diferendo Cuba-Estados Unidos | El Nuevo
Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/opinion-sobre-cuba/article61995142.html
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