miércoles, noviembre 09, 2016

La agresión a la soberanía que no existe

La agresión a la soberanía que no existe
8 noviembre, 2016 8:40 pm por Osmar Laffita Rojas

Capdevila, La Habana, Osmar Laffita, (PD) El régimen cubano cambió de
palo para rumba en su discurso público sobre las relaciones con Estados
Unidos luego de las últimas medidas sobre Cuba tomadas por el presidente
Obama.

Sobre la Directiva Presidencial que entró en vigor el pasado 17 de
octubre, dirigida a modificar la aplicación de algunos aspectos del
embargo, Josefina Vidal, directora de los Estados Unidos del Ministerio
de Relaciones Exteriores, dijo que el gobierno cubano la consideran "un
paso positivo y significativo en el proceso hacia el levantamiento del
embargo y la mejoría de las relaciones entre los dos países" y reiteró
la intención de "desarrollar relaciones respetuosas y de cooperación con
Washington sobre la base de plena igualdad y reciprocidad y sin
injerencia de ningún tipo en los asuntos internos".

El gobierno cubano no ha estado de acuerdo con estas medidas ejecutivas
firmadas por el presidente Obama, así como tampoco con las cuatros
anteriores, debido a que en ellas los pilares principales que sostienen
el embargo económico se mantienen incólumes.

Las susodichas medidas autorizan la presencia en Cuba de empresas de
comunicaciones y el negocio directo con las cooperativas agrícolas y no
agropecuarias y los emprendedores privados que no gozan de personalidad
jurídica. Y nada de eso es prioritario para el régimen.

Llama la atención que sin mediar explicación alguna, los medios
oficiales, ajustados al guion que les entregara el Departamento
Ideológico del Partido Comunista, han desatado una desenfrenada campaña
en la que acusan a la Casa Blanca de orquestar una política injerencista
y agresiva, que asegura está dirigida contra lo que ellos llaman "el
pueblo cubano".

Esa repentina campaña, curiosamente va en dirección opuesta a lo
expresado por Josefina Vidal.

La campaña cobró gran virulencia unos días antes de la votación en la
Naciones Unidas sobre el embargo que el Congreso de los EE.UU mantiene
desde hace más de 50 años contra el régimen cubano.

En la votación de este año, por primera vez Estados Unidos se abstuvo.

El propósito de esta campaña es desviar la atención de la opinión
pública sobre los graves problemas económicos que atraviesa Cuba.

Recientemente a los medios oficiales se les prohibió que reflejaran lo
expresado por el ministro de Comercio Exterior y la Inversión
Extranjera, Rodrigo Malmierca, en su palabra de aperturas de la 34 Feria
Internacional de La Habana (FIHAV 2016), cuando manifestó que la meta de
crecimiento del 1% fijado del Producto Interno Bruto (PIB) para 2016 no
se cumplirá debido a "dificultades financiera coyunturales".

El régimen denuncia esas supuestas injerencias y agresiones escudándose
en que los diversos programas para Cuba aprobados por la Casa Blanca no
están dirigidos a beneficiar a instituciones del Estado cubano, dado que
las leyes del embargo lo prohíben.

La Casa Blanca es lo suficientemente clara cuando expresa que los
proyectos dirigidos al pueblo cubano tienen como sostén los principios
consagrados universalmente, tales como juicios justo en tribunales
independiente e imparciales, el derecho a la libertad de pensamiento, de
expresión, conciencia y de religión. Y en Cuba existe una dictadura,
cuyos cuerpos represivos persiguen y encarcelan a todos aquellos que se
atreven a exigir esas libertades.

Por ejemplo, a los trabajadores cubanos no se les permite sindicalizarse
al margen del estado para defender sus intereses. Los medios oficiales
recurren a la falacia de que el actual Código del Trabajo está a la
vanguardia de los derechos laborales a nivel mundial. Sería bueno que
los medios oficiales les pregunten al respecto a los integrantes de la
Asociación de Sindicalistas Independientes de Cuba, recientemente
constituida como resultado de la fusión del Consejo Unitario de
Trabajadores, la Confederación Obrera Nacional Independiente y la
Confederación de Trabajadores Independientes, todas ilegales.

A los luchadores prodemocráticos que sufren la embestida despiadada de
la policía política, el régimen los considera no personas. Las leyes
vigentes van dirigidas contra ellos, sin concederle el más mínimo de los
derechos para poder defenderse y que su voz sea escuchada por el pueblo
cubano.

En vez de destinar más esfuerzos y recursos para la reconstrucción de
los devastados municipios Baracoa, Imías y Maisí, que sufrieron los
terribles embastes del huracán Mathew, los destinaron a sus campañas
propagandísticas, la más reciente de las cuales es la farsa de la
Jornada Continental por la Democracia y contra el Neoliberalismo,
promovida por la Alianza Bolivariana.
origenesmadiba@gmail.com; Osmar Laffita

Source: La agresión a la soberanía que no existe | Primavera Digital -
http://primaveradigital.org/cubaprimaveradigital/la-agresion-a-la-soberania-que-no-existe/

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