martes, diciembre 04, 2012

Diciembre 3: ¿réquiem por la medicina cubana?

Día de la Medicina Latinoamericana

Diciembre 3: ¿réquiem por la medicina cubana?
Miriam Celaya
La Habana 03-12-2012 - 7:37 pm.

La imagen que ilustra esta entrada y que descargué de una web
oficialista corresponde a una de las muchas que existen sobre la
intervención de los médicos cubanos en Haití después del terremoto que
asoló a ese país en 2010 y también a propósito de la epidemia de cólera.
Curiosamente, este 3 de diciembre, Día de la Medicina Latinoamericana,
no he logrado encontrar ninguna fotografía acerca de la atención de
nuestros galenos a los pacientes de cólera en Cuba.

Por supuesto, dirán algunos, no es posible fotografiar lo que no existe.
A juzgar por la prensa oficial y en ausencia de reportes médicos
contrastables, resulta que lo que está circulando en Cuba —especialmente
en la región oriental de la Isla— no es cólera, sino un brote de
infección intestinal aguda. Otra frase eufemística que meses atrás
definió el cólera en los medios oficiales fue infección intestinal por
contaminación hídrica, que también en su momento se declaró controlado y
eliminado.

Hoy amanecimos con un hipócrita jubileo en los medios de prensa. El
noticiero matutino de televisión se congratulaba con la fecha de los
médicos y enumeraba una vez más los innumerables logros y sacrificios de
los profesionales de la salud, mientras los cubanos de la Isla seguimos
expuestos continuamente al peligro del cólera y el dengue, dos epidemias
que ya se han cobrado muchas vidas y que permaneces ocultas, solapadas
bajo los discursos triunfalistas del gobierno y el silencio cómplice de
las autoridades sanitarias.

No hay nada que celebrar este 3 de diciembre. En realidad, deberíamos
lamentar la ausencia de libertades que mantiene encerrado en una cárcel
del régimen a Calixto Ramón, el primer periodista independiente que dio
a conocer la presencia del cólera en la provincia de Granma y en otras
regiones de Cuba, quien cumple 22 días de huelga de hambre. Tendríamos
que lamentar la pérdida de vidas humanas por la irresponsabilidad
criminal del gobierno y de los dirigentes de la salud, la indefensión de
este pueblo frente a la insalubridad galopante, deberíamos estar de luto
por la muerte de la ética médica.

¿De qué valen el talento profesional, el sacrificio de muchas horas de
trabajo en pésimas condiciones, la lejanía del país y de la familia por
parte de los internacionalistas si nuestros médicos son incapaces de
cumplir con la obligación ética de hacer público el riesgo que enfrenta
la población? ¿Desde cuándo el compromiso político-ideológico puede
subordinar el deber sagrado de quienes una vez juraron protegernos?

En la actualidad solo unos pocos médicos se atreven a superar sus miedos
y comprometer sus intereses personales y profesionales para alertar a
sus pacientes sobre las epidemias silenciadas por las políticas
gubernamentales. La mayoría calla.

Este 3 de diciembre nos recuerda que quizás queden muy pocos médicos con
decoro en este país, otrora ejemplo de atención médica y que por muchos
años contara con un magnífico sistema sanitario de atención primaria.
Por el momento, la callada docilidad de los que en su día hicieron el
juramento hipocrático constituyes una profanación a la memoria del
ilustre médico cubano, Carlos Juan Finlay, nacido en esta fecha en el ya
lejano 1833.

Este texto apareció en el blog Sin EvaSión, se reproduce con
autorización de la autora.

http://www.diariodecuba.com/cuba/14290-diciembre-3-requiem-por-la-medicina-cubana

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